232. La magia del minimalismo
M:
¿A veces sientes que tienes demasiadas cosas y que eso te genera agobio o estrés? ¿Estás rodeado de demasiados objetos y trastos que realmente no necesitas? ¿Podrías llevar una vida más sencilla?
K:
El minimalismo está de moda. Todo el mundo habla de los excesos del consumismo, hay cada vez más aficionados a las “tiny houses”, hay millones de fans de la filosofía de “simplificar la vida” … Hoy te hablamos un poco de esta tendencia y así aprovechamos para enseñarte un montón de vocabulario útil relacionado con este tema.
K:
A pesar de que nos han vendido que tener MÁS nos hará sentir MEJOR, muchas personas se han dado cuenta de lo contrario: tener MÁS no nos hace sentir mejor, sino que genera más caos —interno y externo—, más agobio, más angustia… Parece ser que tener MÁS te roba tiempo, energía, paz mental y alegría de vivir.
M:
Cierto. Pero, Karo, tú dirías que ¿nosotros tenemos muchas o pocas cosas?
K:
Yo creo que tenemos bastantes cosas… ¡vale… ¡demasiadas! Aunque también hay que decir que tú y yo trabajamos en casa y muchísimas de las cosas que tenemos están relacionadas con Español Automático: cámaras, iluminación, trípodes, discos duros, ordenadores, micrófonos, cables, alargadores, grabadoras, diccionarios, libros, material didáctico… Y seguro que se me olvida mencionar un montón de otros cachivaches. Todo esto está reunido en una habitación que hemos convertido en nuestra oficina.
M:
Cierto. Si trabajas en casa, obviamente, necesitas espacio y utensilios —o cachivaches ¡jeje!— para desempeñar dicho trabajo. Pero, al margen de todo lo relacionado con Español Automático, tú y yo, ¿tenemos muchas o pocas cosas?
K:
¡Jejeje! En realidad, ni lo uno, ni lo otro. Considero que tenemos bastantes trastos, pero comparándonos con la cantidad de cosas que tienen tus padres o los míos… ¡tenemos poquísimo! Y, bueno, nuestros padres tienen muchas cosas, pero mi hermana… ¡ni te cuento!
M:
¡Jejeje! Cierto. Bueno, en comparación con el siglo pasado ha habido un gran cambio en la mentalidad de la gente. Hace un siglo la gente era más de la mentalidad “reciclar, reparar y arreglar”. Pero hacia finales del siglo XX la gente empezó a ganar más dinero. Muchas cosas se volvieron más asequibles. Ahora puedes comprar cinco camisetas por cinco euros cada una, así que la gente no repara, sino que tira lo viejo y se compra cosas nuevas.
Y eso nos ha traído a la locura del consumismo del siglo XXI. La tendencia es que es mejor comprar una cosa nueva que arreglar o renovar lo que ya tienes. Y la mayoría de las veces es más barato.
K:
Sí, esa era —y sigue siendo— la tendencia. Pero, entonces, como contracorriente surgió el minimalismo. El minimalismo como estilo de vida es una corriente que se enfoca en simplificar. Es un estilo de vida en el que se pretende tener solo aquellas posesiones que necesitas, que amas y que te inspiran. Se trata de revalorizar tus prioridades.
M:
Sí, el minimalismo está en boga. Lo que se busca es liberar tiempo, dinero y energías para enfocarlas en aquello que verdaderamente tenga un sentido.
K:
Para llevar una vida minimalista hay que DESHACERSE de las cosas innecesarias. Otros verbos relacionados que podrías usar son: tirar, desembarazarse, desechar, desprenderse, despojarse, eliminar lo innecesario.
M:
Bien, bien… campeón, apunta todas estas palabras en tu cuaderno desastre, del que hablamos en el podcast 17. Pero, Karo, ¿cómo podemos deshacernos de todo lo innecesario sin sentirnos culpables? Porque el Homo Sapiens suele encariñarse demasiado con las cosas. Nos apegamos a los objetos. Podrías incluso decir que “atesoramos” los objetos.
K:
“Encariñarse”, “apegarse” y “atesorar” son muy buenos verbos, porque el Homo Sapiens tiene la tendencia de acumular cosas y luego sentir demasiado apego por ellas. Resulta verdaderamente doloroso desprenderse de algunas cosas, ¿verdad? Incluso yo tengo que reconocer que hay muchas cosas que me cuesta tirar. Sin embargo, nos hemos mudado muchísimas veces. Y, cada vez, hemos tirado muchísimos trastos. Con cada mudanza nos hacemos más minimalistas.
M:
No sé yo si somos tan minimalistas como tú crees, ¡jejeje! Pero, ya que hablamos de ello, muchas personas tienen una percepción un tanto equivocada de lo que es ser minimalista. Ser minimalista no es vivir entre cuatro paredes blancas, sin mayores posesiones que las básicas y salir por el mundo con tu mochila. Es verdad que algunas personas lo practican hasta este extremo, pero esos cuartos blancos y vacíos están mejor para Instagram que para vivir en ellos de verdad. Ser minimalista va mucho más allá de la cantidad de cosas que uno tenga. Tener solo 5 camisetas no convierte a una persona en minimalista.
K:
Claro. No se trata de un número máximo de cosas que tienes que tener para pertenecer al club de los minimalistas, no. Pero es cierto que tener demasiadas cosas acumuladas y estar rodeados por el desorden influye negativamente a cualquier nivel. El psicólogo Jordan Peterson dice que el espacio en el que vivimos es una extensión de nosotros mismos, por lo que resulta importantísimo ordenar dicho espacio. El profesor Peterson dice que si deseas ordenar tu cabeza empieces por ordenar tu habitación. Y yo estoy totalmente de acuerdo, porque no es lo mismo estudiar en una mesa revuelta, que en una mesa despejada.
M:
¡Pues claro! Si tu habitación es un batiburrillo de cosas desordenadas, te resultará bastante difícil concentrarte y estudiar. Un batiburrillo es una palabra coloquial que significa una mezcla de cosas dispares o inconexas. Un batiburrillo es un desorden, una mezcolanza, un popurrí. Campeón, apunta estas palabras para empezar a usarlas en tu siguiente conversación: un batiburrillo, un desorden, una mezcolanza, un popurrí.
K:
El minimalismo, eliminar las cosas innecesarias, despojarse de los trastos… Es un tema que se presenta una y otra vez en mi vida. En esta ocasión, porque estoy viendo un programa de TV que se llama “Tiny Houses” o “casas diminutas”. En este programa muestran a diferentes familias que, por diversas razones, toman la decisión de mudarse a un “Tiny House”. Y el primer problema con el que se encuentran son sus pertenencias. La cantidad exorbitante de cosas que tienen. Y uno de los participantes dijo que tirar cosas sin sentirse culpable es un arte.
M:
Entonces ¿por qué nos cuesta tanto tirar? Tenemos metido en la cabeza que las cosas no se tiran, que hay que aprovecharlas. Y siguiendo este principio pseudo-medioambiental, tendemos a acumular objetos de toda clase… Pero cuantas más cosas atesoramos, peor nos sentimos… y menos libertad para movernos tenemos.
K:
Sí, lo que decía Antonio Machado: “ligeros de equipaje”. Pero, ¿cómo hacerlo? ¿Por dónde empezar?
M:
Para estar ligeros de equipaje lo mejor es empezar poco a poco. Creo que ser minimalista implica empezar por pasos más sencillos, empezar en pequeño. Despejar una superficie que esté llena de cachivaches que no usamos, por ejemplo, una estantería cargada de objetos inútiles que solo acumulan polvo. Un buen punto de partida es el ropero. Empezar por el armario. Mira, yo tengo mucha ropa, pero Karo… ni te cuento.
K:
No es verdad, ¡tampoco tengo tantísima ropa!
K:
Campeón, fijate en la expresión que acabamos de usar:
M:
“yo tengo mucha ropa, pero Karo… ni te cuento”.
K:
La expresión “ni te cuento” es una frase coloquial que usamos para comparar dos cosas, y además indicamos intensidad en una de ellas. Por ejemplo, “Sergio tiene muchos coches deportivos, y su padre, ni te cuento”. Es decir que su padre tiene muchos más coches.
M:
Otro ejemplo: “La cocina está sucia y el cuarto de baño ¡ni te cuento!” Es decir, que la cocina está sucia, pero el cuarto de baño está mucho más sucio.
M:
Entonces, hemos dicho que un buen punto de partida es nuestro ropero. ¿Por qué?
K:
Porque los Homo Sapiens tenemos demasiada ropa. Tesoro, te doy un par de expresiones chulas para hablar de tu armario: tener el armario a reventar, y tener el armario repleto de ropa.
M:
Y expresiones relacionadas con una casa llena de objetos pueden ser: “una casa abarrotada de muebles”, “una casa atestada de trastos”, o “tener las cosas tiradas por doquier”. “Por doquier” significa “por todas partes, por todos lados”.
K:
Y para decir que algo está desordenado puedes usar una expresión como: patas arriba. Por ejemplo: “Estoy de mudanza y la casa está patas arriba”.
M:
Otro ejemplo: “Karo ha estado preparando un bizcocho y ahora la cocina está patas arriba”. ¡jeje!
K:
Y para sustituir el verbo ACUMULAR, también puedes usar amontonar, almacenar, guardar, apilar, apiñar o atesorar.
M:
También te damos otras dos palabras para designar una mezcla desordenada de cosas: un lío o un amasijo. Por ejemplo, “un amasijo de ropa sucia” o “un lío de cables”.
K:
Yo creo que la idea más importante de este podcast es que la casa, el espacio en el que vives, es una extensión de ti mismo. Es importante darse cuenta de que cuando ordenas tu habitación, también ordenas tu mente. Ganas espacio y tranquilidad mental. Ganas claridad mental. Puedes concentrarte con más facilidad.
M:
Es importante que te des cuenta de qué cosas estás acumulando sin sentido. No solamente ropa y zapatos, sino también cacharros de cocina, cosméticos, material de deporte que no usas nunca, libros que ni siquiera has abierto… Todo esto solo acumula polvo.
K:
Y, como has dicho tú, Mauro, “hay que empezar en pequeño”. Tesoro, aprovecha la primavera para deshacerte de todo lo que no has utilizado en los últimos dos años. Y recuerda que el minimalismo es una construcción diaria, no es un fin. No es algo que tachas de la “to do list” cuando llegas a 30 prendas. No consiste en ningún número específico. Consiste en vivir una vida consciente, con un propósito deliberado y teniendo solo aquello que te ayuda en ese camino.
M:
Y terminamos con un mensaje minimalista: “Enfócate en lo importante y elimina todo lo demás de tu vida”.
K:
Llevar una vida minimalista es más sencillo de lo que parece. Sólo hay que seguir estos dos pasos: 1) Identifica lo que es importante para ti. 2) Elimina todo lo demás de tu vida.
M:
“Enfócate en lo importante y elimina todo lo demás de tu vida”. Puedes aplicar estos dos pasos con tus pertenencias, tus hobbies, tu forma de ocupar el tiempo, tus pensamientos, tu forma de comer, las películas que ves, los libros que lees… y tu vida será más sencilla y más placentera: una vida plena. Una vida minimalista.
K:
Campeón, ¿qué me dices? ¿Te inspira esto del minimalismo? ¿Te gustaría probar a vivir con menos? ¿Por dónde empezarías a simplificar tu vida? Si no sabes por dónde empezar, Mauro te propone un reto.
M:
Te proponemos un reto: ¡empieza hoy mismo! Deshazte de 3 objetos de tu casa, solo 3, y ordena tu mesa de trabajo. Da este pequeño paso. Y mañana repítelo. Cada día un pequeño paso.
K:
Y, por supuesto, cuéntanos cómo te sientes justo aquí debajo, en los comentarios.
M:
Recuerda que como siempre tienes a tu disposición la transcripción y las flashcards con el vocabulario más interesante que acompañan a todos nuestros podcasts. Los links de las descargas los encontrarás debajo.
K:
Terminamos por hoy, así que danos un LIKE y ¡nos vemos la semana que viene!
M:
Hasta pronto.
K:
Un besazo.