215 - ¿Por qué entiendo cuando hablas pero no puedo hablar?
“Entiendo español, pero cuando tengo que hablar me bloqueo. Me siento muy avergonzado y patético cuando eso ocurre.”
Es una frase que dicen muchos estudiantes de idiomas: “Entiendo el español, lo entiendo casi al 100%. Pero cuando quiero hablar, me bloqueo, y no sale ningún sonido de mi boca”.
Bueno, tesoro, por experiencia propia, las personas que dicen que lo entienden todo a la perfección, casi nunca entienden a la perfección. ¡Ojo! He dicho: “por experiencia propia”. Porque yo también he caído varias veces en esta trampa de autoengaño. Es fácil caer en esta ilusión de “oh, entiendo casi todo”.
Y esta ilusión se produce porque, aunque puede que entiendas bastante, muchas cosas de las que dice tu interlocutor no las entiendes en realidad… pero sacas el sentido del contexto. Las intuyes. Pero el vocabulario y estructuras gramaticales que usa tu interlocutor los desconoces. Por tanto, no eres capaz de responder con fluidez, sino que respondes a trompicones.
Pero no te preocupes, porque te daré dos indicaciones sencillas con las que puedes cambiar esta frustrante situación.
La primera verdad que revela esta situación es que, en realidad, no has ejercitado tu capacidad de escucha lo suficiente. No has forjado tu escucha y tu lectura al nivel requerido para convertir la “comprensión” en “expresión”. Entonces, lo que te falta es escuchar aún más. Más input. Escuchar, escuchar y escuchar. Y también: leer, leer, leer. Escuchar y leer aún más, con más ahínco y con más repetición. Recuerda que la repetición es la clave para consolidar los conocimientos.
Yo creo que este punto te queda bastante claro, ¿verdad? Es la ley básica del sistema natural de aprendizaje de idiomas: la escucha activa de contenidos comprensibles. De esto hablé largo y tendido en el curso gratuito de las 7 leyes para hablar español con fluidez.
Si entiendes casi todo lo que escuchas, pero todavía no hablas español con fluidez entonces tienes que dedicar más tiempo a la escucha activa.
La segunda cosa que deberías hacer es hablar. Es practicar mucho con el Activador de fluidez. Mira, es como cuando se te estropea un reloj, de los de antes… ya sabes, el que tenías que llevar a un relojero para que te lo arreglara. Cuando el relojero abría tu reloj, miraba si todas las tuercas estaban en su lugar y si el reloj se había oxidado un poco. El trabajo de un relojero consistía entonces en echar algo de aceite para que las tuercas pudieran rodar mejor, y en volver a colocar las tuercas que se hubieran salido de su sitio.
Lo mismo ocurre con tu mente: tu mente necesita aceite para que el mecanismo del idioma español funcione muy bien. El aceite, en tu caso, son los audios; muchos audios que tienes que escuchar.
Y las tuercas que te puedan faltar o que se hayan salido de su sitio, esto lo arreglas con el activador de fluidez. Para meter una tuerca en su sitio el relojero tiene que ejercer una fuerza… tiene que hacer un poco de esfuerzo para incrustarla en su sitio. Lo mismo con el Activador: es un ejercicio exigente, en el que debes esforzarte para que te traiga resultados, para que el mecanismo del idioma español funcione muy bien.
Y eso mismo dice Alan, uno de los alumnos de nuestro curso “Piensa y habla en español”:
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Bravo, Alan. Tú lo has dicho: el trabajo metódico y diario con el Activador de fluidez trae resultados muy potentes. En dos años conseguir este nivel de fluidez es algo grandioso, Alan. Eres un campeón. Y una inspiración para mí, y espero que también para toda la tribu de Español Automático.
Tienes que enfrascarte en la escucha activa.
Bien, ya tenemos dos indicaciones. Tal como ha hecho Alan, tienes que enfrascarte en la escucha de contenido comprensible y en la práctica con el Activador de fluidez.
Bien. Eso, por un lado. Y, por otro lado, hay otras dos cosas que me gustaría que tuvieras en cuenta.
A menudo las personas que dicen: “entiendo español casi a la perfección, pero no puedo hablarlo” … A veces, estas personas hablan español mejor de lo que creen. Frecuentemente dichas personas hablan español con algunos errores, y tal vez se sienten intimidadas por el hecho de cometer errores. Puede que también tengan acento… y esto les provoca un estrés enorme.
Tesoro, no creas que estás solo en esto. Yo también me siento así de vez en cuando. Pero entonces me repito:
“Tengo que tener confianza en mí, tengo que seguir mi instinto y decir lo primero que se me ocurra sin pensar tanto en las reglas gramaticales. Lo que tengo que hacer es hablar y prestar atención a la respuesta de mi interlocutor. Escuchando a la persona que tengo delante observaré y me daré cuenta de cómo esta persona construye sus frases, cómo usa las estructuras gramaticales… Solo de esta manera puedo mejorar. Solo aceptando mi imperfección, y lanzándome a hablar siempre que pueda … solo así mejoraré.
Además, tengo que practicar mucho con el Activador… solo así mejoraré. Solo así convertiré mi vocabulario pasivo en vocabulario activo.
Aparte de esto, tengo que acostumbrarme a la sensación de incomodidad. Tengo que aceptar que hablando una lengua extranjera es normal no sentirme al 100% cómoda. No se trata de sentirme cómoda, sino de comunicar.
Y fijarme, prestar atención en lo que dice mi interlocutor, el “darse cuenta” que es tan importante para avanzar en el aprendizaje de idiomas.
Y perseverar. Tengo que perseverar. Tengo que seguir escuchando… Dejar de lado el miedo a equivocarme. Olvidarme de las reglas y de la teoría gramatical y en vez de esto, aprender con historias, aprender del contexto.
Quizás entiendo menos de lo que creía, pero también es cierto que hablo mejor de lo que me imagino. Porque soy capaz de comunicar mis ideas, de manera más sencilla, con frases cortas, con vocabulario más sencillo y básico, pero me comunico.
Porque de esto se trata: comunicación, no perfección”.
Tesoro, estas son las palabras que me repito cuando me entran dudas, o cuando me quedo en blanco al hablar. En este caso comparo mi nivel comunicativo actual con mi nivel comunicativo de hace dos semanas, de hace dos meses. Y es cuando me percato de lo mucho que he avanzado, de lo mucho que he mejorado.
Ese es el secreto de hablar idiomas: seguir mi evolución, reconocer lo mucho que he mejorado, no estresarme por los errores ocasionales que cometo. Porque el estrés arruina totalmente mi capacidad de avanzar hacia la fluidez.
Por consiguiente, es crucial no tener miedo de cometer errores, pero estar alerta, notar y tomar conciencia de qué cosas tengo que mejorar. Una vez detectadas las cosas que tengo que mejorar, coger el toro por los cuernos, y enfrascarme en la escucha activa y en la práctica con el Activador de fluidez”.
Tesoro, cuando te entren dudas o miedo a la hora de hablar, repite estas palabras en tu cabeza y sigue adelante. Solo así podrás pasar del estado pasivo de solo entender español, al estado activo de hablar español con fluidez. De pasar del estado de “es imposible aprender idiomas” al estado de “wow, hablo español con total naturalidad y sin esfuerzo”.
Recuerda que para tener éxito no puedes hacer solo lo que te apetece y cuando te apetece. Tienes que enfocar tus esfuerzos en actividades que produzcan resultados.
Campeón, ahora ya sabes lo que tienes que hacer para, por fin, hablar español con fluidez. En esta lección, te he dicho qué acciones tienes que tomar. Ahora te toca diseñar un plan de acción, con acciones diarias para que puedas mejorar un poco cada día. Con la filosofía Kaizen. Diseña un plan, y luego ejecútalo con determinación. Ya verás qué gran cambio experimentarás en pocas semanas. Y cuando esto ocurra, espero que me envíes un audio o un vídeo contándomelo. Espero tus mensajes con impaciencia.
Nada más. Gracias por tu confianza y por tu cariño y apoyo constantes. ¡Eres el mejor oyente en el mundo mundial! ¡No lo olvides!
Nos volveremos a ver la semana que viene. Te deseo que tengas una semana productiva y maravillosa. Un beso.