170 - ¡Te contradices, Karo!
K:
A veces me escriben diciendo algo como: “Karo, es que has dicho que tus audios son estupendos para la gente ocupada porque podemos escucharlos y aprender español mientras hacemos otras cosas. Pero en otro capítulo dices que para aprender un idioma hay que poner la máxima atención, y que no se puede aprender escuchando al tuntún. ¿No es esto una contradicción?”.
M:
¿Tú que crees, figura? ¿Puedes ponerte los cascos y escuchar español mientras planchas o cocinas? ¿Puedes aprender español escuchando los podcasts mientras conduces hacia tu trabajo? Si no estás seguro de la respuesta es muy probable que estés malgastando tus horas, tus meses e incluso tus años intentando aprender español sin conseguirlo. Y lo que te vamos a explicar hoy te ayudará a evitar que pierdas tu tiempo. Lo que te vamos a explicar hoy lo llamamos la teoría del ecualizador, y cuando la pongas en práctica sacarás el máximo provecho en tus aprendizajes. Y no solo de idiomas.
K:
A veces creemos que hemos explicado las cosas correctamente y que tú, tesoro, lo has entendido todo, y que sabes muy bien lo que tienes que hacer para aprender español. Pero luego, hay sutilezas, hay aspectos, pequeños detalles que puedes pasar por alto. Y estos pequeños detalles, muchas veces, marcan la diferencia entre el éxito y el fracaso. Y para ayudarte a darte cuenta de cómo ser más eficaz en tu aprendizaje de español, hemos creado este canal. Así que, antes de que se te olvide, suscríbete al canal para no perderte los próximos capítulos.
M:
Pues hoy te hablaremos de la teoría del ecualizador, y es determinante para que alcances el éxito. Mira, existen muchos tipos de estudiantes de idiomas. Desde los que ya saben varios idiomas y están aprendiendo otro más hasta los que aprenden una lengua extranjera por primera vez. Y es bien sabido que, de este amplio abanico de perfiles, la gran mayoría de estudiantes fracasa. Si haces lo mismo que hace la mayoría, vas a fracasar. Y no es que queramos ser duros contigo. Pero tenemos que ser sinceros.
K:
Es importante precisar aquí. Cuando Mauro y yo hablamos de fracaso, lo hacemos desde la perspectiva de la eficiencia.
Es decir, si no alcanzas la fluidez en 2, o como mucho 3 años desde que empiezas a aprender un idioma, nosotros lo consideramos un “fracaso”. Y no hay nada malo, no pasa nada. Todos fracasamos en algunos aspectos y tenemos éxito en otros. Incluso tenemos éxito aprendiendo un idioma y fracasamos aprendiendo otro. No pasa nada. Gestionar todos los aspectos y dificultades de la vida no es fácil. Y no pasa nada porque el fracaso te sirve para aprender, ¿verdad? Y algo buenísimo que puedes aprender de cualquier “fracaso” es a ecualizar mejor.
M:
Tú sabes que hay países enteros donde su gente no tiene un buen nivel de idiomas. No es ningún secreto que España es uno de esos países, aunque se estudia inglés desde edades muy tempranas. ¿Esto significa que los españoles son torpes para los idiomas? Por supuesto que no. ¿Entonces? ¿Qué pasa? Muy sencillo: uno de los factores más determinantes para fracasar es… seguir un mal método.
K:
Te hemos hablado muuuuuuchas veces del método. Y, si eres nuevo por aquí y no sabes nada sobre el método natural, puedes suscribirte totalmente gratis a nuestra newsletter en espanolautomatico.com/newsletter. Pero el método no es el único factor determinante. Otro factor importantísimo para aprender idiomas es el temperamento. Aquí, temperamento significa “manera de ser de las personas tenaces, emprendedoras e impulsivas en sus reacciones”. El temperamento, o el empuje.
El temperamento es importantísimo, porque determinará tu actitud hacia el aprendizaje. Y te aconsejo que revises el podcast 157, donde explicamos en qué tipo de persona te tienes que convertir para conseguir aprender idiomas.
M:
Pues el ecualizador te va a ayudar con ambas cosas. Te va a ayudar a afinar tu método y también te va a ayudar con tu temperamento y estado de ánimo. Y para explicarte el ecualizador me gustaría que te pusieras en la piel de un nuevo aprendiz. Que te pongas en el lugar de alguien que no tiene experiencia aprendiendo idiomas y no sabe cómo hacerlo. Puede que este sea tu caso, pero si no lo es, ponte en su lugar durante un momento.
K:
La mayoría de los nuevos aprendices de idiomas entienden el aprendizaje como un interruptor. Un interruptor tiene dos posiciones: ON y OFF. Encendido y apagado. Entonces, tú, como aprendiz inexperto, escuchas un consejo. Por ejemplo: “para aprender español tienes que ver las películas en español con subtítulos”. Entonces, buscas una peli, la pones en español y pones los subtítulos. Interruptor: ON. Estás siguiendo el consejo para aprender español.
M:
Otro día escuchas otro consejo, por ejemplo: “tienes que estudiar español al menos media hora todos los días para lograr la fluidez”. Entonces, te pones a estudiar, pero solo consigues estudiar 15 minutos. Interruptor: OFF. Sientes que has fracasado.
K:
O alguien te dice: “para aprender español tienes que irte a vivir un año a España y dejarte de tonterías”. Este es el típico consejo que te dirá alguien que no sabe idiomas. Y entonces, tú te vas un año a España. Interruptor: ON.
M:
Pero, como le ocurre a mucha gente, volverás de España y no sabrás español. ¿Por qué? Porque el interruptor es una trampa. Es una gran trampa psicológica.
Mira, ¿alguna vez has leído un libro y, tras leer varias páginas, has tenido que volver atrás porque no te habías enterado de nada? Sí, ¿verdad? Bueno, en mi caso he leído libros enteros que no sé de qué tratan. Entonces, cuando no te enteras de lo que lees ¿cómo tienes que poner tu interruptor de lector? ¿En ON o en OFF?
K:
Imagínate que hablas con un amigo y te dice que el año pasado ha leído 50 libros. Wow, son bastantes libros. ¡Qué erudito, el tío!, ¿no? Entonces, le preguntas cómo hace para leer tanto, y te cuenta que tiene la costumbre de leer todos los días. Después de comer, se tumba con un libro hasta que se queda dormido. Vaya, vaya. ¿Crees que tu amigo, con toda la modorra de después de comer, está aprovechando bien esas lecturas? ¿Podemos poner su interruptor de lector en modo ON? Me parece que no. Entonces, ¿su interruptor tiene que estar en modo OFF? Pues… tampoco, la verdad, porque leer, lee. Algo se le quedará…
M:
Pero es muy fácil anotarse el tanto de leer 50 libros, ¿verdad? ¡Ahí está la trampa psicológica! Y cuando ves el aprendizaje como un interruptor, tienes el mismo problema. Pones los interruptores en ON todos los días porque haces las tareas de español; supuestamente estás cumpliendo las tareas; pero al final, ¡no has aprendido el idioma! Tal vez puedes engañarte a ti mismo y creer que has leído 50 libros, pero si no has aprendido el idioma, no te puedes engañar. Pero, ¿cómo es posible si has hecho tareas de español todos los días? Bueno, ¿te digo una cosa? En el fondo sabes muy bien si has hecho un buen trabajo o si, simplemente, has hecho las tareas rápido y mal para quitártelas de encima y poder decirte: “¡hoy ya he cumplido con mi español!”.
K:
No, no. ¡De eso nada, monada! Quitarte las tareas de encima no sirve de NADA. Y, supongo que ya sabes lo que voy a decir a continuación, ¿verdad?
Sí. Ya te has dado cuenta de que para aprender idiomas necesitas un poco de autoanálisis. Viendo el aprendizaje como un interruptor es fácil caer en el autoengaño. En cambio, el ecualizador no te permite autoengañarte de esta manera tan descarada. Con un ecualizador no tienes dos posiciones, ON y OFF. Tienes posiciones intermedias. Por ejemplo, si lees un libro mientras te estás quedando dormido sería un 0 o un 1. Si lees un libro sin dormirte, sería un 3 o un 4. Si a la vez usas un diccionario para buscar las palabras que no conoces, podría ser un 6. Si después de leer haces un resumen, podría ser un 8. Si al terminar el libro vas a una tertulia para hablar de ese libro o de ese autor con otras personas, sería un 10.
M:
¿Y cómo se aplica el ecualizador al aprendizaje de español? Pues muy parecido. Imagínate que escuchas un podcast de español. Al mismo tiempo hablas por teléfono con un amigo. Evidentemente, es un 0. Eso no te ha servido de nada.
Si escuchas un podcast de español y al mismo tiempo estás cocinando, te enteras de lo que escuchas, pero a veces tienes que pensar en lo que cocinas, en los gramos de azúcar que tienes que poner, etcétera. Eso te distrae del podcast de vez en cuando. Así que podemos darle una valoración de 3, o quizás 4.
Si escuchas un podcast de español y vas conduciendo por una carretera fácil y con poco tráfico, puede ser un 5 porque te enteras casi de todo.
K:
Si, en cambio, escuchas un podcast en español sentado en un sofá y no haces otra cosa que escuchar, puede ser un 6. Si prestas muchísima atención podría ser más de un 6. Pero también podría ser menos si no prestas atención. Por eso es importante la actitud y no autoengañarse.
Si escuchas un podcast de español y a la vez apuntas lo que no entiendes en tu cuaderno desastre, y luego buscas la información que te falta, puedes estar en un 7 o un 8.
O puedes incluso hacer una actividad de nivel 10, como el juego de preguntas y respuestas, después de escuchar el podcast. Por cierto, si quieres probar el juego de preguntas y respuestas puedes hacerlo en el link: espanolautomatico.com/juego.
Bueno, pues si pones todo de tu parte en el juego de preguntas y respuestas, será un 10. Pero si juegas al juego de preguntas y respuestas varias veces, y siempre respondes con las mínimas palabras, siempre respondes de la misma manera y casi de memoria, pues, la puntuación será menor, aunque el juego sea un ejercicio de nivel 10.
M:
Con el ecualizador también puedes autoengañarte. A lo mejor haces un trabajo que vale un 5, pero te puntúas como un 7. No está bien, pero el autoengaño no es tan grave como en el caso del interruptor. El ecualizador te entrena a ser cada vez más sincero contigo mismo.
Y ahora, volviendo a la pregunta del principio de este vídeo… Karo, ¿se puede aprender español escuchando podcasts mientras se hacen otras cosas, o solo se puede aprender poniendo la máxima atención?
K:
Bueno, ambas opciones son factibles. Con el ecualizador al 10 obtienes más beneficio dedicando menos tiempo. Progresas más rápido, aprendes antes.
Aunque, obviamente, no puedes estar siempre con el ecualizador al 10, porque acabarías agotado, lo pasarías mal y fácilmente terminarías abandonando. Con una actividad de nivel 3 o 4, como escuchar mientras conduces, no te cansas tan rápido y disfrutas más, porque no es tan exigente. En consecuencia, puedes dedicar mucho más tiempo a esas actividades. Por eso son actividades perfectas para hacerlas durante nuestro tiempo improductivo, es decir, a la vez que hacemos otras cosas, como conducir.
M:
Entonces, ¿estamos ante un caso más de la regla de Pareto?
K:
En un mundo ideal, probablemente un 80% de actividades de bajo nivel y un 20% de actividades de máximo nivel nos daría unos resultados bastante óptimos. Pero el mundo no es perfecto y las cosas no son tan cuadriculadas. Hay muchos más factores a tener en cuenta. Cada persona es diferente, cada día es diferente. Y aquí es donde el ecualizador puede ayudarnos muchísimo.
M:
Es verdad. En un ecualizador tienes bandas para los graves, bandas para los medios y bandas para los agudos. Y si todo está al 10, pues… la música sonaría fatal, ¿verdad? Pues para aprender idiomas también tenemos varias bandas. Hasta ahora hemos hablado de una banda, de la exigencia mental de la actividad. Pero hay otras bandas, como la dificultad de los materiales, es decir, la velocidad del audio, la claridad de las voces, el ruido, el acento, la dificultad del tema, de las palabras, de las construcciones lingüísticas…
K:
Sí, es verdad, y a medida que te vuelvas un experto en ecualizar, usarás nuevas bandas. Igual que un profesional del sonido. Pero, Mauro, nos falta por explicar algo muy importante del ecualizador. ¿El qué?
M:
Sí, bueno ya lo hemos mencionado previamente. En tu ecualizador también hay bandas para tu estado de ánimo, es decir, para valorar tu cantidad de energía. Cuando tienes las fuerzas y las energías a tope, entonces puedes aprovechar para hacer una actividad muy exigente. Pero cuando vuelves del trabajo y estás cansado, y tu energía está al nivel 3, no puedes hacer una actividad de nivel 10. Tendrás que hacer algo más fácil, como escuchar un audio sencillo, o ver una serie con subtítulos. Eso también es ecualizar.
K:
Y si te suele faltar energía, si habitualmente andas un poco escaso de fuerzas, pásate por el podcast 95 titulado “págate a ti mismo primero”. Lo encontrarás en el link: espanolautomatico.com/podcast/095. Bueno, pues ha quedado bastante claro en qué consiste ecualizar.
M:
En definitiva, se trata de que, antes de decidir cómo vas a trabajar tu español hoy, te detengas unos segundos y te observes a ti mismo, valores cómo te encuentras de energía y tomes una decisión sobre las actividades que vas a realizar. Y al terminar, sé sincero contigo mismo sobre el trabajo que has hecho.
K:
Eso es. Encanto, cuando eres nuevo aprendiendo un idioma puedes tener a alguien que guía todos tus pasos. Puedes tener, por ejemplo, un cuaderno de ejercicios, y cada día hacer unos pocos hasta terminar el cuaderno. Eso está bien para arrancar. Pero cuando estás en el nivel intermedio y avanzado, es necesario que desarrolles el temperamento adecuado, la actitud adecuada y que tomes la responsabilidad sobre tu aprendizaje. Y el ecualizador es una herramienta, un truco, si prefieres, que te ayudará a moldear esa actitud.
M:
Bueno, pues vamos a terminar con un proverbio hindú:
“A los ignorantes les aventajan los que leen libros. A estos, los que retienen lo leído. A estos, los que comprenden lo leído. A estos, los que se ponen manos a la obra”.
K:
Encanto, ¡manos a la obra! El ecualizador: aquí tienes una nueva herramienta que, aunque te parezca simple y fácil de entender, es muy poderosa y hará maravillas con tu aprendizaje. Pero solo si la aplicas. No seas de esos que el lunes que viene no la habrán puesto en práctica todavía… y nunca lo harán. Así que, ¡manos a la obra!
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M:
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K:
Hasta la semana que viene. ¡Un beso!