148. Cortesía en español: Quería, querría, quisiera
K:
Muchos de nuestros oyentes nos han pedido que habláramos un poco de las fórmulas de cortesía en español. Es un tema muy amplio que no es posible cerrar en un vídeo. Hoy queremos hacer una introducción al tema y darte herramientas sencillas y fórmulas que puedes usar en tu próxima conversación en español o en tu próximo viaje a algún país de habla hispana.
M:
En cuanto a “quería, querría, quisiera”, haremos vídeos específicos de cada una de dichas formas verbales. Los haremos muy pronto. Mientras tanto, en el vídeo de hoy aprenderás algunas de las fórmulas y expresiones útiles para poder comunicarte en español con cortesía. Es decir, aprenderás cómo hacer peticiones y cómo responder a las peticiones de manera educada.
K:
Los buenos modales son muy importantes en las interacciones sociales y puedes aplicarlos en un sinfín de situaciones: pedir favores, pedir permiso, pedir consejo y opinión, hacer propuestas o sugerencias, expresar afirmaciones y opiniones personales, expresar deseos o demandas, así como muchos otros contextos en los que es recomendable añadir un plus de cortesía.
M:
Saber expresarse con educación y cortesía es importantísimo, así que para que no te pierdas ni un detalle de este vídeo, recuerda que siempre puedes consultar la transcripción, para escuchar y leer este podcast al mismo tiempo. La puedes descargar en las notas del programa de hoy o desde Gumroad.
K:
Bueno, me gustaría empezar el programa con un pequeño guiño, con un pequeño toque simpático… porque he encontrado un artículo de El Confidencial que se titula: “La cortesía importa: el bar que cobra 7 euros por el café al cliente maleducado”. Hemos hecho un pequeño resumen del artículo para que veas el gran impacto que tienen los buenos modales en las interacciones con otras personas. El artículo comienza así:
“Los buenos modales quizá no estén demasiado de moda, sobre todo en comercios y cafeterías donde las normas básicas de urbanidad suelen relajarse, pero nada mejor que apelar al bolsillo de los clientes para recuperarlos. Esta fue la estrategia de un hostelero de la ciudad francesa de Niza, quien estableció diferentes precios para el café en función del grado de amabilidad que sus clientes mantenían con el camarero. Si le piden “Un café” les costará 7€. Si le piden “Un café, por favor” les costará 4.25€. Mientras que si hacen su comanda con la fórmula “Buenos días, un café, por favor”, el café les sale a 1.40€”.
M:
El propietario de la cafetería dijo:
“Al principio todo comenzó como una especie de broma porque muchos clientes venían estresados a nuestro establecimiento y, a veces, pedían el café con un tono grosero”. El propietario habla en pasado porque, ahora, los clientes incluso “son demasiado corteses y amables”.
K:
“La original idea tiene la pretensión de penalizar económicamente a los clientes groseros que no hagan gala de un lenguaje cortés. La campaña, que en un principio sólo pretendía llamar la atención sobre el creciente desuso de las fórmulas de cortesía con un tono humorístico, se ha convertido en todo un fenómeno de marketing, a juzgar por la viralidad que ha obtenido en las redes sociales, después de que una periodista de Niza colgase una foto con los distintos precios del café en su cuenta de Twitter”.
M:
“Las pretensiones del hostelero se cumplieron con creces y la sonrisa ha vuelto a dibujarse en la cara de los “estresados” clientes que, al menos de momento, dejan sus problemas en la puerta de entrada al establecimiento para disfrutar de un momento de relajación durante su descanso para el café”.
Pues, ya ves, campeón, la falta de modales te puede salir muy cara. Pero no te preocupes porque hoy aprenderás bastantes fórmulas de cortesía que te vendrán de perlas en todas las conversaciones en español. Y eso es solo el principio porque haremos más vídeos sobre este tema.
K:
Pues bien, vamos al grano. ¿Cómo pedir las cosas en español sin parecer descortés o grosero?
M:
A los estudiantes de español siempre se les ha enseñado que existen 3 formas verbales para hablar con educación: quería, querría y quisiera. Sin embargo, la cortesía es un tema mucho más amplio, y no se limita a estas 3 formas. Además, “quería, querría y quisiera” no siempre son intercambiables y no siempre implican el mismo grado de cortesía.
K:
Exactamente. Pero, ¿por qué queremos dedicar varios capítulos del podcast a la cortesía? Bueno, pues porque la cortesía NO es una cosa excepcional, ni puntual. La cortesía es una parte fundamental de los intercambios comunicativos del día a día. La cortesía es la base de toda interacción social, sirve para atenuar o suavizar tensiones y posibles conflictos.
Porque dime, campeón… ¿qué es un acto comunicativo? Es un intercambio lingüístico cuyo fin es, normalmente, conseguir la cooperación de otra persona, conseguir algo.
Tal como hemos dicho antes: usamos el lenguaje para pedir favores, pedir permiso, hacer propuestas, expresar deseos o demandas, y si queremos que la otra persona haga lo que le estemos pidiendo, tenemos que hacerlo de manera educada, amable y no agresiva. Es decir, tenemos que hacerlo con cortesía.
M:
Como bien sabrás, el acto comunicativo consta de muchos elementos, no solo de palabras. Hablamos de ello en nuestro curso “Entender conversaciones en español”. El intercambio comunicativo consta de muchos elementos: palabras, tono de voz, intención del hablante, lenguaje corporal, el grado de relación o familiaridad entre hablantes, estatus social, diferencia de jerarquías…
K:
Hmm… en fin, hay muchas variables que afectan a cómo se interpretan las palabras que pronunciamos.
M:
Bueno, tengas el nivel que tengas de español, sepas muchas fórmulas de cortesía o ninguna, hay 3 palabras que siempre deberían estar en tu arsenal: disculpe, por favor y gracias. Incluso si tu nivel de español es limitado, tienes un nivel principiante y construyes las frases demasiado directas y contundentes, estas 3 palabras te salvarán. Así que, recuerda: disculpe, por favor y gracias.
K:
Sí, este es el primer escalafón, el primer nivel en la escala de cortesía: disculpe, por favor y gracias. Úsalas siempre que puedas.
Pero, volviendo al título de este podcast: Quería, querría, quisiera. Seguro que te estarás preguntando: ¿Por qué no puedo usar el verbo “quiero”, en presente, cuando quiero algo o cuando pido algo? ¿Por qué me enseñan que tengo que usar quería, querría, quisiera?
Bueno, la razón es simple. Porque el tiempo presente es muy directo. Y poner el verbo en imperfecto, condicional, o subjuntivo introduce una “distancia” entre los hablantes. Dicha distancia le resta exigencia al mensaje; suaviza y atenúa tus palabras. Por eso, nuestras palabras son interpretadas como más educadas y mucho más cordiales.
M:
Esto es muy importante de entender. En español, el uso del presente muchas veces implica un carácter impositivo, como si fuera una orden o exigencia cuando expresas tus deseos, peticiones o propuestas. Sin embargo, el uso del imperfecto de indicativo, del condicional, o del imperfecto de subjuntivo, es decir quería, querría o quisiera, suaviza la exigencia de tu mensaje. Por tanto, se considera más cortés.
K:
Es decir, es mejor que digas: “Quisiera una barra de pan, por favor” y no “Quiero una barra de pan”.
M:
Bueno, pero ¿qué pasa si no dominas el uso ni del imperfecto de indicativo, ni del imperfecto de subjuntivo, ni del condicional? Lo más sencillo para ser cortés es convertir tu frase afirmativa en una pregunta. Por ejemplo: “Abre la ventana”; es un mensaje imperativo, muy agresivo. Si lo conviertes en una pregunta y añades “por favor” al final será percibido como mucho más cortés: “¿Puedes abrir la ventana, por favor?”.
Así que, ya ves que de esta forma tan sencilla puedes atenuar el impacto de tus peticiones.
K:
Convertir las frases en preguntas es un excelente recurso. Veamos más ejemplos:
Pásame la sal. (orden) => MEJOR: “¿Puedes pasarme la sal?” o “¿Me pasas la sal, por favor?”
Saca la basura. (orden) => MEJOR: “¿Puedes sacar la basura?” o “¿Sacas la basura, por favor?”
M:
También hay otros verbos con los que puedes expresar tus necesidades o deseos. Los más típicos son: querer, poder, gustar, molestar, importar, etc.
K:
Empecemos por el primer verbo, el verbo QUERER. Porque es un verbo que parece más lógico de usar cuando “queremos algo”, ¿verdad? Imagínate que quieres tomar un café. Entonces puedes expresarlo de varias maneras:
“Quiero un café” - suena como una orden, es agresivo y se considera descortés, grosero.
“Quiero un café, por favor” - con el “por favor” has suavizado el mensaje, pero sigue siendo un poco brusco y desagradable.
M:
Para expresar deseos con el verbo QUERER, es mejor usar el imperfecto, el condicional o el subjuntivo: “Quisiera un café, por favor”, “Querría un café, por favor” o “Quería un café, por favor”. También tienes la opción que hemos visto antes, es decir puedes formular una pregunta: “¿Me pones un café, por favor?”.
K:
El segundo verbo es PODER. Para expresar peticiones lo puedes usar en presente o en condicional, por ejemplo:
“Hace mucho calor. ¿Puedes abrir la ventana, por favor?”.
“Hace mucho calor. ¿Podrías abrir la ventana, por favor?”.
M:
Estos ejemplos se usan en situaciones informales. En situaciones formales solo deberías cambiar el TÚ por el USTED:
“Disculpe, ¿puede abrir la ventana, por favor?”.
“Disculpe, ¿podría abrir la ventana, por favor?”.
K:
Los siguientes verbos de esta lista son: gustar, molestar e importar. Los 3 se conjugan igual que el verbo gustar, es decir, dichos verbos se conjugan siempre con un pronombre personal átono, complemento indirecto: me molesta, te molesta, le molesta, nos molesta, os molesta, les molesta.
M:
La fórmula de cortesía con estos verbos es: VERBO + ACCIÓN, es decir: “¿te importaría…?”, “¿te molestaría…?”, “¿te gustaría…?” Veamos cómo puedes hacer peticiones con estos verbos en situaciones informales:
“¿Te importaría decirme qué hora es?”.
“¿Te importaría si cojo tu coche?”.
“¿Te molestaría si pongo la televisión?”.
“¿Te molestaría si fumo?”.
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Y las mismas frases las puedes usar en un contexto formal, usando el tratamiento de USTED:
“¿Le importaría decirme qué hora es?”.
“¿Le importaría si cojo su coche?”.
“¿Le molestaría si pongo la televisión?”.
“¿Le molestaría si fumo?”.
M:
En todas estas frases hemos usado el condicional, pero también puedes usar el PRESENTE:
“¿Te importa decirme qué hora es?” (informal), “¿Le importa decirme qué hora es?” (formal).
“¿Te molesta si fumo?” (informal), “¿Le molesta si fumo?” (formal).
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La fórmula: “te gustaría + acción” se usa más bien para hacer propuestas con actitud educada y amable. Por ejemplo:
“¿Te gustaría ir al cine esta tarde?”, “¿Te gustaría comer algo?”, ¿Te gustaría dar una vuelta?”
M:
Bueno, campeón, hemos visto cómo hacer preguntas, peticiones y sugerencias de manera educada. Veamos ahora cómo responder con cortesía. Las respuestas afirmativas, por ejemplo, son:
—Sí, claro.
—Sí, con mucho gusto.
—Sí, cómo no.
—Por supuesto.
—Claro que sí.
K:
Y algunas respuestas negativas:
—Lamentablemente, no puedo.
—Desgraciadamente, no puedo.
—Lo siento, no puedo.
—Me gustaría, pero no puedo ahora mismo.
M:
¿Qué tal vas, campeón? Ya sé que es bastante información, pero no te preocupes porque puedes volver a ver el vídeo tantas veces como necesites para asimilar todos los conceptos. De hecho, te lo recomendamos encarecidamente, porque “la repetición es la clave”.
Resumamos lo que has aprendido hasta ahora. Has aprendido las 3 palabras fundamentales que te salvarán en cada situación: disculpe, por favor y gracias.
K:
También has aprendido que usar el PRESENTE no siempre es lo idóneo, porque resulta demasiado directo. Es mejor usar imperfecto, condicional, o imperfecto de subjuntivo. Pero si no los dominas, simplemente puedes convertir tu frase afirmativa en una pregunta y añadir un “por favor” al final.
M:
El tercer recurso que has aprendido son los verbos: querer, poder, importar, molestar y gustar.
K:
Otro recurso que puedes usar para mostrar una actitud más cortés, y que hemos mencionado de pasada, es el uso de Usted.
M:
El uso de Usted resulta más cortés porque introduce una “distancia” entre los interlocutores. Al igual que ocurre con el tiempo PRESENTE, tutear a alguien que no conocemos puede resultar menos cortés. Fíjate en este ejemplo: entras en un bar y le dices al camarero “Ponme un bocadillo de calamares”. Esta frase sería interpretada como muy grosera. Porque le estás dando una orden y además le tratas de TÚ, cuando no hay ningún grado de familiaridad entre vosotros. Mejor sería que dijeras: “Póngame un bocadillo de calamares, por favor”.
K:
Bueno, usemos este ejemplo para crear una “escala de cortesía”, desde lo menos cortés hasta lo más educado y cortés:
“Ponme un bocadillo de calamares” (una orden, descortés).
“Póngame un bocadillo de calamares” (sigue siendo una orden, aunque con el uso de Usted).
M:
“Póngame un bocadillo de calamares, por favor” (aceptable). Es lo mismo que “¿Me pone un bocadillo de calamares?”.
El siguiente nivel es: “¿Me pone un bocadillo de calamares, por favor?” = “¿Me pondría un bocadillo de calamares?” (es bastante educado, y es lo que los nativos usan más).
K:
El siguiente nivel es: “¿Me pondría un bocadillo de calamares, por favor?” = “¿Podría ponerme un bocadillo de calamares?” (es muy cortés).
Y en el nivel más cortés tenemos: “¿Podría ponerme un bocadillo de calamares, por favor?”.
M:
Campeón, ten en cuenta que la frase con más dosis de cortesía no siempre es la mejor. Depende del contexto, de la situación, de a quién estás hablando… Especialmente en situaciones coloquiales, el exceso de cortesía puede resultar demasiado presuntuoso, pedante o altivo. La mejor opción para ti es:
“Me pone un bocadillo de calamares, ¿por favor?” o “Me pondría un bocadillo de calamares, ¿por favor?”.
K:
Y, por supuesto, hay que tener en cuenta una cosa. Cuando el grado de relación o familiaridad entre los hablantes es grande, se puede usar perfectamente el PRESENTE. Porque hay confianza, hay familiaridad o amistad. Imagínate que Mauro me pregunta: “¿Qué te apetece para cenar?”. Yo puedo responder perfectamente: “Quiero una ensalada de aguacate”. Así, tal cual. Porque hay confianza y cordialidad entre nosotros, y porque acompaño a mi respuesta con una gran sonrisa. Por lo que Mauro no interpretaría mi respuesta como una orden.
M:
Por supuesto, Karo podría no usar el presente y también su respuesta sería correcta, a pesar del alto grado de familiaridad. Karo podría decir:
Querría una ensalada de aguacate, porfa.
Quisiera una ensalada de aguacate, porfa.
K:
O también: “Me gustaría una ensalada de aguacate”. Y si termino la frase con un “por favor” entonces ya eso está súper bien.
Y muy importante el lenguaje corporal, el tono de voz, una sonrisa… Todo esto influye en si se interpreta nuestra actitud como educada o, por el contrario, descortés.
Bueno, pues hasta aquí el podcast de hoy. Recuerda: la repetición es la clave, así que vuelve a ver el vídeo varias veces y consulta la transcripción para asimilar bien las nuevas fórmulas.
M:
El tema, como ves, es extenso y no lo hemos cubierto todo. Muy pronto vamos a hacer unos vídeos específicos del “quería”, “querría” y “quisiera” pero, mientras tanto, pon en práctica todo lo que hemos enseñado hoy.
Y, como siempre, no puede faltar un poco de motivación para ti, para que puedas cargar las pilas para toda la semana. La cita de esta semana es:
“Progresar lentamente es mejor que no progresar nada”.
K:
Algunas personas abandonan sus metas debido a un lento progreso, pero no se dan cuenta de que, aunque sea lento, ES PROGRESO. Como dice Tony Robbins:
“No importa cuántos errores cometas, o cuán lento sea tu progreso, siempre estarás delante de aquellos que no lo intentan”.
Sí, querido oyente, aunque tus pasos sean pequeños o tu progreso lento, continúa avanzando, y pronto alcanzarás tu meta: hablar español como un nativo. Es posible, lo puedes lograr, ¡yo creo en ti, campeón!
Progresar lentamente es mejor que no progresar nada. Es curioso, pero a veces, un pequeño paso en la dirección correcta termina siendo el paso más grande hacia tu meta. Así que, sigue adelante, ve de puntillas si es necesario, avanza, aunque sea un milímetro, pero avanza.
M:
Y hasta aquí el programa de hoy. Campeón, nos vemos dentro de un mes. Nos volveremos a ver en septiembre.
K:
Sí, todos vamos de vacaciones, así que cerramos el chiringuito para poder recargar las pilas.
M:
Te deseamos unas estupendas vacaciones. Eso es lo más importante. Disfruta al máximo, y métele caña a todo eso que siempre quieres hacer, pero que normalmente no puedes hacer. Espero que disfrutes tanto que recuerdes estas vacaciones durante muchísimos años.
Y, si quieres más materiales en español, te invito a que visites nuestro blog; arriba del todo tienes las pestañitas, y una de ellas se llama “Recursos” (espanolautomatico.com/recursos). Allí encontrarás muchísimo material con el que puedes estudiar este verano: libros, freebies, cursos como el curso gratuito de las “7 Leyes para hablar español con fluidez” y mucho más…
K:
Yo también me uno a las palabras de Mauro y te deseo que tengas unas estupendísimas vacaciones, pero que no te olvides del todo del español. Disfruta de la naturaleza, pasa algún tiempo con tu familia y amigos, recarga las pilas. Te deseo que pases unas vacaciones maravillosas en agosto y, ¡no te olvides del protector solar!
M:
Eso, ¡pásatelo genial! Nos vemos en septiembre.
K:
Nos vemos en septiembre.