125. ¡Que no te corrijan! I Tips para aprender español
K:
Si crees que encontrar un profesor que te corrija los errores es lo que necesitas para aprender un idioma, escucha lo que te vamos a decir porque, lo cierto es que NO LO ES.
K:
¡Hola, encanto! Bienvenido una semana más a Español Automático.
M:
¡Qué tal, figura! ¿Cómo lo llevas?
K:
Muchos oyentes nos escriben o nos envían un audio, y nos piden que les corrijamos los errores. Y muchos estudiantes de idiomas buscan un profesor para que les corrija los errores. El razonamiento es el siguiente: “no quiero aprender con errores”. Pero este razonamiento es una trampa, y hoy te explicaremos por qué.
M:
Tal vez has aprendido a tocar un instrumento…
…
¿Te parece que señalar los errores es útil para el alumno? Está claro que no. Tú mismo te das cuenta de que el mero hecho de señalar los errores no ayuda al alumno. Pero fíjate qué pasa cuando el profesor corrige el error aportando información al alumno:
Imagínate que tu hijo o tu sobrino va a clase de dibujo, o de pintura, y el profesor le corrige: “Esta cabeza te ha quedado demasiado grande. Dibújala más pequeña”. “Mira, este brazo está desproporcionado. Es mucho más largo que el otro. Hazlo más corto”. “Esta persona te ha quedado paticorta. Hazle las piernas más largas”. “La nariz está torcida. Dibújala más recta hacia este lado”. “Un ojo es más grande que otro. Haz este ojo más pequeño”.
Bien. Si te has puesto en la piel del alumno, seguro que tú mismo te has dado cuenta de que corregir el error tampoco ayuda mucho, ¿verdad? Seguramente el alumno ya se había dado cuenta él solito de que la cabeza era grande respecto al cuerpo, ¿verdad? Bueno, el alumno ahora cogerá el lápiz y dibujará la cabeza más pequeña. Pero, ¿qué pasará la próxima vez que dibuje una figura humana? ¿Crees que dibujará una cabeza proporcionada? Por supuesto que no.
K:
Ahora bien, supón que tú decides contratar una clase online con un profe de español. Estás hablando con él, y dices algo como: “esta mañana había tenido mucho trabajo”. Y el profesor te corrige y te dice: «” he tenido”. Lo correcto es “he tenido”, no “había tenido”». Entonces, tú aprietas los ojos, cabeceas, como si con esos gestos, con esa fuerte presión, pudieras aumentar tu concentración y obligar a ese conocimiento a meterse dentro de tu cerebro de una vez por todas. Pero, lo cierto es que el aprendizaje no funciona así.
M:
¿Sabes? Hay varios estudios y artículos que demuestran que lo que se conoce como “instrucción formal”, o sea, enseñar gramática y corregir errores, tiene muy poco impacto en el proceso de aprendizaje.
No hace falta que te diga cómo nos afectan los errores. Hieren tu orgullo, te hacen sentir culpable, o te hacen sentir vergüenza… A unas personas les afectan más que a otras, sí, pero a la larga, focalizarse en los errores nos quita la fuerza vital a todos.
K:
Muchos alumnos tienen miedo a cometer errores. Puede que sea tu caso. Tal vez tienes miedo de hacer el ridículo, y eso hace que no te atrevas a hablar en español con nadie, sobre todo si la otra persona domina el español.
El caso es que muchos alumnos piden que les corrijan los errores. Y, es normal, porque todos hemos sido adiestrados para ello. Hemos sido programados, porque durante todos los años de escuela, eso era lo que se hacía. Pero, corregir los errores no es enseñar. Es evaluar.
M:
Antes te hemos dicho que buscar a un profesor para que te corrija, con la idea de “no aprender con errores”, es un pensamiento trampa. Porque el subconsciente puede usar eso como excusa. Y entonces, para no aprender con errores, te deja paralizado. Te hace creer que es mejor no hacer nada que aprender con errores. No estoy diciendo que ese sea tu caso, pero todos tenemos que estar muy atentos a cómo nos saboteamos a nosotros mismos. Si te das cuenta de que muchas veces, en vez de trabajar en el idioma, te quedas paralizado porque no quieres aprender con errores, has caído en la trampa.
K:
Pero los errores no solo son la excusa de los alumnos, sino también de los profesores. Tienes que saber que, en las carreras de filología, no hay asignaturas que enseñen a enseñar. Al menos en España. Es lo mismo que ocurre con matemáticas, física, historia, y todo aquello que se enseña en la escuela. En esas carreras no se enseña cómo enseñar. La única excepción son los profesores de Educación Física. Ellos tienen asignaturas como Pedagogía, Didáctica, Psicología, Teoría de la enseñanza. Mauro estudió todas estas asignaturas en la Universidad, pero yo no. Yo tuve que investigarlo por mi cuenta.
M:
Entonces, los que quieren ser profesores en las escuelas públicas, tienen que hacer un curso aparte. Antes se llamaba Curso de Adaptación Pedagógica. Nosotros lo hemos hecho, y era un curso muy malo. De hecho, lo quitaron. Ahora, para ser profesor hay que hacer un supuesto máster. Y no creo que el máster sea mucho mejor que el Curso de Adaptación Pedagógica, pero cuesta más dinero. La educación reglada se ha convertido en un negocio de expedir titulaciones, y parece que a nadie le importa lo que se aprenda en los cursos, si acaban dando un título.
K:
Entonces, muchos profesores se encuentran bastante faltos de recursos cuando tienen que dar clase. Es una situación muy estresante, porque tienen que llenar 1 hora de clase sin que se note que no saben qué hacer todo ese tiempo. Y encima, tienen varias horas todos los días. Algunos se apoyan en las tareas. Asignan tareas a los alumnos, y los tienen entretenidos toda la hora. Y luego se corrigen las tareas, y hala, ya está. Es el camino más fácil.
Y algunos profesores de idiomas se apoyan en los errores de los alumnos. Por ejemplo, en una clase online, es habitual que el alumno hable, y el profesor le vaya corrigiendo sus errores. Y luego prepara unos ejercicios para que el alumno trabaje con esos errores. Entonces, el profesor está a salvo. No necesita preparar apenas nada. Sobre la marcha, puede construir una clase. No hay un método, es casi al azar.
Para un profesor que no tiene recursos, es muy fácil decirle al alumno que en vez de “había tenido” tiene que decir “he tenido”, y llenar toda la clase con los errores. Y no estoy diciendo que todos los profesores sean así, ni que todas las clases online sean así. También hay profesores buenísimos. Es una maravilla cuando te encuentras con buenos profesores, de la materia que sea. Son personas que nunca olvidas, porque te cambian la vida. Pero estos profesores se lo han tenido que currar por su cuenta, porque la educación reglada no les ha facilitado lo que necesitaban aprender. Se han tenido que buscar la vida, investigar. Porque tienen vocación, y se preguntan constantemente qué pueden hacer para ayudar al alumno a aprender.
Si tienes una clase por Skype y el profesor te corrige todos los errores, desconfía, porque no te está enseñando. Te está evaluando. Y lo malo es que, tras reparar un error, no se produce un aprendizaje. Piensa en ello, y te darás cuenta de que es así: cuando un profesor repara un error del alumno, no se produce aprendizaje en él.
M:
¿Te acuerdas de las listas de vocabulario que tenías que memorizar en el colegio? Qué horror, ¿verdad? Es un aprendizaje que no es significativo, por eso cuesta tanto aprenderse las listas, y por eso se olvidan tan rápido. Entonces, ¿qué crees que puedes hacer con una lista de correcciones? ¿Trabajar de memoria, igual que con las listas de vocabulario? ¿Crees que puedes corregir tus errores memorizándolos? No, ¿verdad?
Las constantes correcciones, además, interrumpen el discurso del alumno, y esto tiene graves consecuencias. Porque adquirir la fluidez hablada es el deseo de todos los estudiantes de idiomas. Y para adquirirla, es necesaria la práctica. Una práctica que será cada vez más fluida. Pero eso no es posible si, cuando el alumno empieza a coger ritmo en sus frases, siempre hay alguien que le interrumpe.
K:
Solo se debe corregir al alumno aquello que pueda aprender. Las correcciones obsesivas no ayudan al alumno. Los errores que deben corregirse son los que tienen que ver con las estrategias y los procedimientos que emplea el alumno para aprender, con su actitud psicológica hacia el aprendizaje, … aquellas cosas que enseñan al alumno cómo aprender.
Las correcciones sobre la expresión oral o escrita deben hacerse en fases muy avanzadas del idioma, cuando el alumno ya tiene una gran fluidez, pero comete algún error del que no se da cuenta. O cuando tiene patrones aprendidos de su lengua materna que los traslada al español sin darse cuenta. Entonces, sí. Cuando el alumno no se da cuenta, es cuando está bien corregir un error.
M:
Galileo Galilei dijo: “No se puede enseñar nada a un hombre; solo se le puede ayudar a encontrar la respuesta dentro de sí mismo”. Y, ¿qué quiere decir esto? Pues que el aprendizaje se adquiere por descubrimiento. De hecho, hay un estilo de enseñanza que se llama “descubrimiento guiado”.
Te voy a hacer una pregunta: ¿Cómo crees que aprenden los políglotas? ¿Crees que buscan profesores para que les corrijan los errores? No, ¿verdad? Seguro que te das cuenta de que ellos ya saben cómo aprender. Ellos ya saben lo que hay que hacer. Ellos saben que aprender idiomas es un proceso subconsciente. Que el idioma se va adquiriendo casi sin darnos cuenta.
Esto es algo que muchos de nuestros alumnos nos dicen. Que llega un día en el que notan que están hablando con una fluidez de la que no se habían dado cuenta de haber alcanzado.
Pues, los políglotas tienen sus propias estrategias de autoaprendizaje y de autocorrección, que es la manera de aprender idiomas. Y un profesor solo puede colaborar en el proceso de aprendizaje de un idioma haciendo de guía, y facilitando la autonomía del alumno. Porque eres tú el que va a aprender. Eres tú es el que va a tener que hacer el trabajo. Y necesitas esa autonomía para lograrlo.
K:
Entonces, te estarás preguntando que, si los profesores no deberían corregirte, entonces, ¿qué es lo que tienes que hacer tú? Y eso te lo vamos a decir ahora mismo.
El aprendizaje de idiomas es algo que fundamentalmente vas a hacer tú mismo. Tú vas a trabajar en ello, y por eso tienes que responsabilizarte de tu aprendizaje. La mayoría de los errores que estás cometiendo, los vas a corregir tú mismo. Esa es la verdad. Porque tú ya sabes dónde están tus problemas. Ya sabes dónde cometes errores. Ya sabes cuáles son tus puntos débiles. Y, cuando leas y escuches algo en español, tú mismo te vas a enfocar en un par de esos puntos débiles. Los vas a detectar en las conversaciones, y vas a empezar a crear conexiones neuronales significativas en tu cerebro.
Y luego hablarás, y seguirás cometiendo esos errores, pero menos. Entonces, investigarás un poco las reglas, otra vez. Y cuando vuelvas a leer y a escuchar en español, volverás a detectar las fórmulas correctas. Y el bucle vuelve a empezar, y los errores van desapareciendo. Tú mismo eres capaz de saber cuáles son tus errores. Y no necesitas que nadie te corrija.
Lo que necesitas es práctica. Hablar sin miedo, y sin que nadie te interrumpa. Disfrutando del proceso de hablar. De encontrar un ritmo. De escuchar al otro. De encontrar las respuestas a sus preguntas. De darte cuenta de cómo el otro está diciendo las cosas de la forma correcta. Y estarás usando el mismo vocabulario y las mismas estructuras que él, porque habláis de un mismo tema. La práctica masiva te estará dando el feedback que necesitas para autocorregirte.
M:
Al conversar y estar obligado a usar el idioma, descubrirás tus lagunas. Y cuando leas o escuches español, estarás más atento a eso mismo. Tú tienes que ser capaz de profundizar al leer y escuchar. Y todo este proceso se irá repitiendo en bucle, una y otra vez. Es un proceso gradual con el que vas autocorrigiendo tus propios errores. No es con las correcciones de otros como lo conseguirás.
K:
Bueno, encanto. Este podcast tiene información muy importante, y también derrumba algunos mitos sobre el aprendizaje de idiomas. Espero que te haya gustado, y que te sea muy útil. Si es así, danos un LIKE y suscríbete a nuestro canal, porque estas dos sencillas acciones nos ayudan a que Español Automático crezca. Además, nos demuestra que las horas de trabajo que metemos en la preparación de los vídeos valen la pena y que te ayudan en el camino hacia tu sueño: hablar español como un nativo.
M:
Recuerda que puedes descargar la transcripción completa de este capítulo, totalmente gratis, en el link que dejaremos aquí abajo, en la descripción.
K:
La semana que viene aprenderás una expresión coloquial muy divertida.
M:
Nos vemos el martes que viene.
K:
¡Hasta luego!