116 - Errores de los nativos y cómo evitarlos
M:
¡Hola, figura!
K:
Hola, ¿qué tal? En el podcast de hoy vamos a empezar una nueva sección, llamada “ERRORES DE LOS NATIVOS”
M:
No te lo pierdas. ¡Empezamos!
M:
Pues sí, figura. Los nativos cometemos errores, y ¡muchos!
K:
Jejeje, sí, así es. Seguro que con los nativos que hablan tu idioma ocurre lo mismo, ¿verdad?
M:
Pero, ¡mucho ojo! Porque si los nativos cometen errores… ¿qué puedes hacer tú para no aprender esos mismos errores? ¿Qué puedes hacer para aprender correctamente?
K:
Pues eso te lo vamos a aclarar hoy. Primero tienes que tener en cuenta que los errores pueden ser de muchos tipos. Por ejemplo, una persona puede cometer un error puntual mientras habla. Un error que normalmente no suele cometer, pero que, en determinada ocasión, “por hache o por be”, lo comete.
“Por hache o por be” es una expresión que significa “por una causa o por otra”, “por una causa no definida”.
M:
Eso es. Esta persona puede cometer ese error puntual porque estaba pensando en otra cosa mientras hablaba, o porque estaba cansada, o porque decidió expresarse de otra manera cuando ya había dicho media frase, o por muchas otras razones.
K:
Este tipo de error puntual, más que un error es un desliz. Nos pasa a todos, y es algo que no tiene importancia.
M:
Seguro que a ti, como estudiante de español, también te pasa. Y es un incordio tener al lado a un compañero capullo que te diga: “así no se dice, lo has dicho mal”, porque tú ya sabes cómo se dice.
K:
Y tener un profesor capullo que hace lo mismo, también es un incordio. Porque señalar este error no aporta nada bueno. Al contrario. Refuerza la sensación de fracaso en el alumno, y le resta energía y motivación para su aprendizaje.
M:
Pues sí. Por desgracia, la mayoría de los profesores tienen la costumbre de corregir TODOS o casi todos los errores de los alumnos. Pero esto es muy mala práctica. En la enseñanza es muy importante tener presente cómo corregir los errores y, sobre todo, CUÁNDO corregirlos.
K:
Y la respuesta no es: siempre. No. Los errores no hay que corregirlos siempre. Pero, este tema es importante, así que lo trataremos en profundidad en otro podcast.
Bueno, sigamos por donde íbamos. Veamos otro tipo de error.
M:
Por ejemplo, esa misma persona puede cometer un error que comete siempre. Un error que es habitual para él. Por ejemplo, conozco a una persona que en vez de decir que un perro de raza tiene pedigrí, dice que tiene perrigrí.
K:
Este tipo de errores son por desconocimiento. Dependen del nivel cultural. Una persona con menor cultura lingüística cometerá más de estos errores que un escritor prestigioso. Aunque, nadie se escapa de cometer errores. Ni siquiera los escritores prestigiosos.
M:
Los estudiantes de idiomas cometen muchos de estos errores. Es normal, porque hay muchas dudas. Hay muchas preposiciones, muchas conjunciones, no sabes si en cierta frase tienes que decir “por” o “para”, siempre te lías con el dichoso subjuntivo, todo es bastante nuevo y confuso …
K:
No temas por cometer estos errores. Son errores pasajeros. Poco a poco irán desapareciendo. En una lengua hay un montón de patrones, y los vas a ir reconociendo y asimilando. A medida que escuches y leas español auténtico, asimilarás los patrones correctos, y entonces, ese tipo de errores desaparecerán.
M:
Y, por último, tenemos los errores comunes, o errores típicos. Son los errores que comete una gran parte de la población. A veces, incluso la mayoría de la población. Uno muy conocido es el de la segunda persona del singular del pretérito perfecto simple. Se debería decir “tú amaste”, “tú temiste”, “tú partiste”. Pero escucharás que muchísimos nativos añaden una “S” al final: tú amastes, tú temistes, tú partistes. Esto es totalmente incorrecto.
K:
El problema de que muchos o la mayoría de los nativos cometan errores comunes es que se convierten en patrones. Pero patrones incorrectos. Y un estudiante como tú puede asimilar un patrón incorrecto sin saberlo. Seguro que ahora estarás temblando de miedo, ¿eh? Te estarás preguntando: “Y ¿qué puedo hacer para no aprender los errores que cometen los nativos?”.
M:
No te preocupes, figura, porque te vamos a ayudar. En primer lugar, no seas ingenuo, y no te fíes tan fácilmente de los profesores nativos. Tal vez yo no debería decirte esto, porque yo soy nativo, y es como echar piedras sobre mi propio tejado. Pero tengo que ser sincero, y vamos a decir unas cuantas verdades aquí. Los profesores nativos no son la panacea. Que los profesores nativos son mejores que los no nativos, es un mito. Eso estaba muy bien en los años 80.
K:
En aquella época, en los 80, era muy difícil acceder a contenidos auténticos en español. No tenías apenas oportunidades de escuchar español auténtico, y había muy pocas cosas para leer en español. Pero, ahora, esto ya no es así. Ahora puedes escuchar y leer todo el español que quieras.
M:
Antes era habitual que algunos jóvenes, al terminar la escuela secundaria, si no tenían buenas perspectivas de futuro, viajaran a un país extranjero y se dedicaran a enseñar su lengua materna. Y no solo los jóvenes. En aquella época eso no estaba mal. Esos “profesores”, por ser nativos, aportaban algo que no se podía conseguir de otra manera. Pero ahora, ya no es así, y tener un profesor de este tipo tiene más desventajas que ventajas.
K:
Las personas que deciden enseñar su idioma porque no ven otra salida profesional, suelen tener un nivel cultural más bien escaso. Por tanto, arrastrarán consigo una gran cantidad de esos errores típicos que cometen los nativos. Esos errores que tú, encanto, tienes que mantener lejos de ti.
M:
Me acuerdo de un compañero de piso que tuve hace muchos años. Era un chico alemán, que vino a España para buscarse la vida enseñando alemán. En Berlín, había trabajado en un almacén, como carretillero. Era una buena persona, pero no era muy listo ni tenía cultura. Estoy seguro de que su nivel de alemán, aun siendo nativo, era muy bajo. Y, desde luego, conocimientos sobre enseñanza, ninguno. El mero hecho de ser nativo no capacita a una persona para enseñar un idioma. La enseñanza es mucho más que eso. Las academias de idiomas, todavía hoy están llenas de “profesores” escogidos solo por ser nativos. Luego, claro, no es de extrañar que pasen los años, y los alumnos no puedan ni hablar ese idioma.
K:
Hay estudios que dicen que los jóvenes hispanohablantes utilizan menos de 300 palabras para comunicarse. No sé si esos estudios serán fiables o no, porque no he visto el estudio. Solo he leído la noticia. Pero, que el español promedio utiliza un vocabulario muy pobre, no es ninguna sorpresa. Y este no puede ser el nivel de un profesor. Un profesor no puede tener un nivel pobre. Así que, si quieres aprender correctamente, tienes que ser selectivo con los profesores que eliges.
M:
Hay una creencia que dice que cuando alguien no triunfa en su profesión, se dedica a enseñar. Esto parece creíble si examinas profesiones que requieren fama, como pintores, músicos o deportistas. Alguien intenta ser un músico famoso, y como no lo consigue, se dedica a enseñar a tocar un instrumento. También puede ocurrir con otras profesiones que, si una persona no encuentra un trabajo, intente dedicarse a la enseñanza. Filósofos, biólogos, arqueólogos… no hay muchos trabajos para esta gente, así que tal vez intenten dedicarse a la enseñanza.
K:
Esto ocurre. Es verdad. Pero la profesión de profesor es una profesión vocacional. Hay muchas personas que tienen el deseo y la habilidad de ayudar a otras a aprender. Estos son los profesores de verdad, porque es lo que siempre quisieron ser. Se preocupan por investigar las cosas que hacen que el aprendizaje sea más efectivo. Un profesor con vocación te aportará muchas cosas de valor que no te aportarán los demás “profesores”:
M:
¿Cómo puedes saber si has escogido un buen profesor? Pues, lo más importante, es que haya conseguido que te apasione lo que estás aprendiendo. Aprender español es duro, pero ¿te apasiona? ¿Lo disfrutas a tope aunque te cuesta esfuerzo? Esto es genial. Porque si tienes un mal profesor, aprender puede ser una carga, un auténtico infierno.
K:
¿Es capaz de motivarte? Un buen profesor conoce la psicología del aprendizaje. Sabe que cuando estás desanimado, no puedes aprender con eficacia. Y encuentra un equilibrio entre el esfuerzo y la diversión, para que aprendiendo seas feliz.
M:
Un buen profesor te enseña de forma progresiva. Sabe que el aprendizaje va de lo fácil a lo difícil. Tiene una metodología coherente que se basa en la eficiencia, en obtener los máximos resultados en el menor tiempo posible. Y, además, hace que lo difícil sea fácil.
K:
Un buen profesor conoce las barreras mentales los miedos que te impiden avanzar. Sabe cómo comunicarse contigo para eliminar esas barreras, y sabe proponerte tareas para que adquieras confianza de forma progresiva.
M:
Y, por último, un buen profesor es un guía. Es una persona que conoce el camino, porque lo ha recorrido, y puede guiarte por él. Sabe dónde hay atajos, sabe dónde hay ramas con espinas, sabe dónde hay rocas que impiden el paso. Puede decirte por dónde será más fácil, por dónde será más rápido, y lo que te vas a encontrar hasta que llegues al final. Esto es algo que, por desgracia, los nativos no podemos ofrecer. Porque no hemos recorrido el mismo camino que tú tienes que recorrer. Aquí los bilingües y los políglotas no nativos tienen una clara ventaja sobre los nativos.
K:
Bueno, con esto ya tienes unas cuantas indicaciones sobre el tipo de profesores que necesitas para no aprender los errores comunes, los patrones incorrectos del idioma. Hablemos ahora de cómo tienen que ser los materiales que usas para aprender. O sea, las pelis y series, los textos, los programas de radio, los podcasts, los canales de YouTube, etc. Los materiales tienen que ser correctos. Y digo correctos, no perfectos. Porque perfecto no hay nada. Hasta en Cervantes o Shakespeare se pueden encontrar errores.
M:
Pero los errores no importan si no son patrones recurrentes. Porque alguna vez escuches algo erróneo, no significa que lo vayas a aprender. Por eso los materiales tienen que ser correctos. Porque en ellos no encontrarás patrones erróneos, errores comunes. Y con esos materiales reconocerás y asimilarás de forma progresiva y automática los patrones correctos del español.
K:
¿Cómo puedes saber qué materiales son correctos? Bueno, en primer lugar, por tu instinto. Observa la calidad del material. Que haya calidad del sonido y de las voces, que los que hablan pronuncian bien, no se aceleran, vocalizan, … piensa en los locutores de la radio. Si en tu material hay esa calidad, difícilmente habrá errores comunes en su español.
M:
También, escoge textos preparados mejor que textos improvisados. Hablando de forma improvisada se cometen muchos errores. Para aprender a asimilar los patrones del español necesitas sumergirte en el español correcto. El 80% de tu trabajo de español tiene que ser con materiales preparados; ni improvisados, ni conversaciones de la calle, ni entrevistas.
K:
Eso es lo que creemos, y por eso nos enfocamos en crear podcasts con un contenido que escribimos y revisamos previamente. Sí que vamos a salir a la calle a hacer algunos podcasts improvisados. También es un buen entrenamiento para tu comprensión del español hablado. Pero, como hemos dicho, el 80% de tu trabajo de español tienes que hacerlo con materiales preparados y leídos: novelas, audiolibros, programas de radio, etc.
M:
Hemos hablado sobre cómo escoger un buen profesor y sobre cómo podemos saber qué materiales son correctos. Y ahora, hablemos un poco sobre la gramática. Sabiendo la gramática, no se deberían cometer errores, ¿verdad? Bueno, veamos. Entre los estudiantes de español, hay muchos que pueden leer en español. Los que pueden escribir en español, no son tantos. Alumnos que sean buenos en el “listening”, que entiendan el español cuando lo escuchan, hay menos aún. Y que puedan hablarlo con cierta fluidez, hay muy pocos. ¿Estás de acuerdo, figura? Seguro que sí.
K:
Las mayores dificultades de los estudiantes para hablar español son psicológicas: inseguridad, miedo a cometer errores, vergüenza,… Y la preocupación por la gramática es uno de los grandes obstáculos. Los alumnos preocupados por la gramática no consiguen hablar con fluidez, o tardan muchísimos años. Así ha sido siempre en la enseñanza tradicional de idiomas. La enseñanza tradicional se ha enfocado mucho en la gramática, y muy pocos estudiantes han conseguido hablar.
M:
Así es. La gramática es importantísima, y además, es apasionante. Pero hay que estudiarla en su debido momento. Un estudiante primero tiene que conocer algunos patrones para ser capaz de hablar con soltura, y después estará preparado para estudiar la gramática en profundidad. Hacerlo al revés será contraproducente.
K:
Exactamente. Hay muy pocas reglas gramaticales que sean simples y que se expliquen en un par de renglones. Esas sí son adecuadas para cualquier estudiante. Pero la mayoría de las reglas son complejas, tienen un montón de casos, y a los alumnos les generan más confusión todavía. Pero este es un tema que tenemos que tratar en profundidad, así que lo dejaremos para otro podcast.
M:
Bueno, figura. Este ha sido un podcast un poco denso, ¿verdad? Te hemos dicho unas cuantas cosas sobre los profesores, sobre los materiales y sobre la gramática. Y si las tienes en cuenta, tu aprendizaje de español será más efectivo.
K:
Hemos abierto esta sección de errores comunes explicándote los tipos de errores, y cómo evitarlos. Pero en los siguientes podcasts veremos errores comunes típicos que cometen los nativos. Será muy interesante, y seguro que también será divertido.
M:
Seguro que sí. Te va a sorprender lo mucho que llegamos a meter la pata los nativos hablando nuestro propio idioma.
K:
Vamos a terminar con una frase de Tagore:
M:
“Si cerráis la puerta a todos los errores, también la verdad se quedará fuera”.
K:
Así que, encanto, atrévete a hablar español y no tengas miedo de cometer errores. Olvida las reglas gramaticales por el momento, no te preocupes por los tiempos verbales, y solo procura que la persona que tienes delante capte tu mensaje. Piensa más en él, y menos en ti. Eso es la comunicación.
M:
Este es uno de los pilares que fundamentan nuestro curso “Piensa y habla en español”: 6 meses para conseguir la fluidez si no tienes con quien practicar. El curso que te entrena para mantener conversaciones sin necesidad de traducir en tu cabeza.
K:
Hemos diseñado un curso con ejercicios de niveles 8, 9 y 10 como el “juego de preguntas y respuestas”, “las multi-historias” o el “activador de fluidez”. Y, además, puedes probar estos ejercicios de forma gratuita en el link: espanolautomatico.com/piensayhabla
M:
espanolautomatico.com/piensayhabla
Figura, muchas gracias por escucharnos otra semana más. Me gustaría darte un like, pero no puedo. Pero, si tú quieres, ya sabes. Un pulgar arriba en YouTube, y te lo agradecemos un montón.
K:
Venga, va, ¡no te hagas el remolón! ¿No me vas a dar un like? Huy qué vagooooo… jejeje, bueno, es broma. Hazlo solo si te ha gustado el capítulo de hoy y crees que nos lo merecemos, ¿ok? Nos vemos el martes que viene.
M:
¡Hasta la semana que viene!