077 - 4 claves para practicar de forma inteligente tu español
K: En el aprendizaje de idiomas ocurre un fenómeno curioso. La mayoría de las personas estudian un idioma en la primaria y la secundaria, y también con clases particulares, y de adultos apenas son capaces de tener una conversación básica en ese idioma. Y, sin embargo, algunas personas son capaces de hablar bien en 5, 7 o más idiomas. ¿Quieres saber por qué? No te vayas, que enseguida te lo contamos.
K: Hola, encanto.
M: ¡Qué tal, figura! En el aprendizaje de idiomas sucede un extraño fenómeno del que seguramente ya te has dado cuenta. La mayoría de las personas estudian un idioma durante su infancia y su adolescencia. Aparte de las horas que ya tienen en su programa escolar, sus padres los apuntan a clases particulares un día o dos a la semana. Sin embargo, cuando llegan a la edad adulta, la mayoría de estos “niños” tienen un dominio muy pobre de ese idioma, y eso que sus padres ¡se han dejado un pastizal!
Un pastizal, en el lenguaje coloquial significa mucho dinero, o mucha “pasta” que es otra palabra coloquial para referirse al dinero.
¡Claro!, piensa lo que cuestan las clases de idiomas, y suma todos esos años. Y, no sé tú, pero yo opino que no hay derecho a que los alumnos no lleguen a poder expresarse en ese idioma.
K: Entonces, lo que sucede es que se creen que aprender un idioma lleva muchísimo tiempo, muchísimos años. Pero entonces, un día ven una entrevista en la televisión a una persona y se enteran de que habla 5, 7 o más idiomas. Y piensan: “¡Wow, esta persona tiene que ser súper inteligente!”. Pero después van descubriendo que hay más políglotas, más personas que hablan muchos idiomas. Y empiezan a hacerse preguntas.
Si este es tu caso, ya sabes cuáles son esas preguntas, pero si no lo es, ahora te vamos a contar qué es lo que les pasa a estas personas.
M: Cuando estas personas descubren que hay gente que sabe varios idiomas, se les plantea un conflicto. La creencia de que “aprender un idioma lleva muchísimos años” deja de ser cierta. Y entonces, surgen las preguntas. “¿Cómo es posible?” “¿Serán personas súper inteligentes?” “¿Será que han usado otro sistema?”. Y entonces, encuentran respuestas rápidas en las creencias populares. Las creencias populares son todas esas ideas que todo el mundo cree que son ciertas. Y creen que son ciertas porque todo el mundo las cree. Y, en muchos casos, no son ciertas. Solo son ideas que en algún momento se ha puesto “de moda”, y algunas nunca dejan de estarlo.
K: Las creencias populares son de todo tipo. Veamos algunas, a ver qué te parecen: “Despertar a los sonámbulos es muy peligroso”.
“Napoleón era muy bajito”, medía 1’69 m, que no es mucho hoy en día, pero era más que la media de su época.
“Einstein suspendió matemáticas”, cosa que no es cierta.
“La memoria del pez dorado dura 3 segundos”, cuando la verdad es que dura varios meses, “La muralla china se puede ver desde el espacio”, totalmente falso.
“El agua, al vaciarse por un desagüe, en el hemisferio sur gira en sentido contrario que en el hemisferio norte”. Como puedes ver, nos creemos cosas que jamás hemos puesto en duda, y no tienen ni un atisbo de verdad.
M: A veces hay ideas que forman parte de la sabiduría popular, y son un conocimiento basado en la experiencia y en la práctica, como ciertos remedios curativos o trucos de cocina. Pero las creencias populares también pueden ser muy peligrosas. Muchas veces, como has visto en los ejemplos, son pura desinformación, son creencias falsas, leyendas urbanas, mitos que no se basan en ninguna verdad, pero que se han aceptado como verdad. Estas ideas son las que hacen que a veces nos comportemos como un rebaño, y que tomemos, irremediablemente, decisiones equivocadas.
K: Entonces, esa persona que no ha conseguido aprender el idioma tras años de estudio, suele encontrar respuestas en las creencias populares. Llamémoslas “mitos y leyendas de los idiomas”. Y lo que pensará de los políglotas será algo como: “¡Ah, claro! Seguro que sabe tantos idiomas porque ha vivido algún tiempo en todos esos países”. O pensará, “Es que lo mejor para aprender inglés es irse a vivir unos meses a Inglaterra”. Y en ese momento no piensa en todas esas personas que han vivido en otros países y no han aprendido el idioma, que son muchas.
M: ¡Sí, figura! Hay muchas personas que se van un año entero a estudiar a un país y no aprenden el idioma. Y también se puede encontrar alguna creencia popular que lo justifique como, por ejemplo: “Es que sólo se ha relacionado con la comunidad de su país”. Y lo mismo sucede con un montón de creencias, del tipo: “es que su padre es español y su madre es inglesa”, o “es que lo mejor es tener un profesor nativo”, o “es que lo mejor es ver las películas en versión original”, o “es que hay que aprender desde muy pequeñito, porque los niños son como esponjas. Ya de mayor es más difícil”.
K: Lo peor de tener estas creencias es que son muy limitantes. Si crees que eres muy mayor para aprender algo, te aseguro, encanto, que no vas a aprender mucho. Y el caso es que todas estas falsas creencias no dan respuesta a por qué hay personas que pueden aprender un montón de idiomas, y otras personas no aprenden ni un solo idioma ni en toda una década. Lo que diferencia a estas personas es su PRÁCTICA.
La respuesta está en cómo es el tiempo de práctica de estas personas. Si no estás consiguiendo los resultados esperados estudiando un idioma, la nueva pregunta es: “¿estás perdiendo el tiempo con tu práctica?”.
M: Figura, yo tengo un hobby, que es el dibujo. Aunque es un hobby, me gusta profundizar y aprender. Llevo poco más de 3 años dibujando, voy a una academia excelente 3 horas a la semana, que no es mucho, pero estoy bastante satisfecho con mi nivel. Bueno, el caso es que tengo un amigo que también le encanta dibujar. Sin embargo, el pobre dibuja fatal. Ya sé que es feo decirlo, pero es que quiero que entiendas el ejemplo. Porque no es que yo dibuje mejor o peor que él, que eso no tiene importancia. Cuando digo que él dibuja fatal, me refiero a que dibuja como un niño de 10 años, y no estoy exagerando. El pobre practica muchas horas, pero mejora muy poco, y eso es lo malo, y ahí es a donde quiero llegar.
Tal vez ahora te asaltan las creencias populares y pienses “es que no todos tienen talento”, o “es que dibujar es un don”, u otras creencias parecidas. Pero estas creencias no son la explicación, y te digo por qué. Porque en la academia a la que voy, todos los alumnos que vamos el mismo número de horas tenemos todos un nivel muy parecido. Entonces, ¿cuál es la diferencia entre mis compañeros de la academia y este amigo mío que dibuja fatal? Que él está perdiendo el tiempo con su práctica. Él no practica de forma inteligente. Coger un lápiz y dibujar cualquier cosa no es una práctica inteligente. Nosotros en la academia tenemos un profesor excelente que guía nuestra práctica, aprovechando al máximo cada hora de dibujo. Y lo mismo pasa con los idiomas. ¿Te acuerdas del podcast número 69 sobre escuchar al tuntún?
K: Encanto, ni tú ni yo tenemos tiempo suficiente. Yo quiero aprender un montón de cosas, y además, tengo un montón de otras cosas que hacer. Estoy segura de que tú tampoco tienes mucho tiempo para practicar, así que: ¿qué sentido tiene no usar el tiempo de forma efectiva? Por tanto, la pregunta que tienes que hacerte es: ¿estás perdiendo tu tiempo de práctica?
Estoy segura de que has oído hablar de las 10 mil horas. Es una teoría desarrollada por el psicólogo Anders Ericsson, que viene a decir que necesitas 10 mil horas de práctica deliberada para volverte un experto en algún campo. Esta teoría se hizo muy famosa gracias a un libro de Malcom Gladwell, donde ponía ejemplos de personas como Bill Gates que habían llevado a cabo las 10 mil horas de práctica.
Pues, bueno, también hay muchas teorías que no están a favor de las 10 mil horas. Por ejemplo, hay unos estudios realizados con jugadores de ajedrez que determinaron que hay un 13% de los jugadores de nivel intermedio que superan en horas de práctica a los grandes maestros.
M: La práctica deliberada también puede crear problemas. Imagínate que una persona quiere aprender a jugar al golf. Y se pone a practicar golpes contra la red, a un ritmo de 10 golpes por minuto. ¡Ni siquiera le da tiempo a pensar lo que está haciendo! Está claro que solo va a adquirir malos vicios. Hay actividades, como los deportes técnicos, en los que una práctica deliberada y descontrolada desarrollará vicios que luego costará mucho tiempo corregir.
Para aprender, primero hay que desaprender. Esto se oye bastante en ámbitos educativos. Y cuando se ha aprendido mal, es así. Primero hay que desaprender, porque lo aprendido está obstaculizando el aprendizaje correcto. Pero si se aprende bien desde el principio, no es necesario desaprender. Por tanto, la práctica deliberada está muy bien, pero hay que tener cuidado y saber lo que se hace.
K: Hay otra teoría, desarrollada por Josh Kaufman, que dice que solo hacen falta 20 horas para hacerte competente en algo. Sí, ya sé qué estás pensando. ¡Imposible! Pero date cuenta de que puedes sacarte un título de instructor de Spinning con un curso de 30 horas. ¡De instructor!, o sea, que puedes enseñar a otros.
Está claro que un instructor, por malo que sea, tendrá un nivel de competencia al menos aceptable.
Bueno, hay una gran diferencia entre las 10 mil horas de Ericsson y las 20 de Kaufman, ¿verdad? Bueno, primero date cuenta de que Ericsson habla de hacerse un experto, y Kaufman de ser competente. No es lo mismo hacer bien una cosa que ser de los mejores del mundo.
Bien, si llevamos esto al terreno de los idiomas, es la diferencia entre poder comunicarte con cualquiera o ser un escritor best-seller. Kaufman también defiende que, para aprender, hay que lanzarse a practicar cuanto antes, pero claro, en 20 horas tampoco da tiempo a coger vicios, ¿no crees? Lo importante es que Kaufman escoge muy bien qué es lo que necesita aprender y cómo hacerlo.
No vamos a desarrollar el método de Kaufman en este podcast, pero sí que vamos a hacer hincapié en cómo debe ser tu práctica para que sea efectiva, eficaz, para que no pierdas el tiempo, y para que obtengas los máximos resultados. ¿Cómo puedes asegurarte de que usas tu valioso tiempo de forma efectiva? ¿Cómo puedes practicar de forma inteligente?
Hay varios puntos a tener en cuenta, el primero es la atención.
ATENCIÓN
M: Sí. Lo hemos dicho muchas veces. Escuchar al tuntún está bien, te aporta algo a tu progreso, pero lo cierto es que te aporta muy poquito. Ver películas en español está bien, pero puede que estés más pendiente de la película que del idioma. Es una actividad que la puedes hacer de forma que aporte mucho a tu español, o que te aporte mucho entretenimiento, pero poco español.
Y la diferencia está en la atención que pones en la actividad. Repetir una actividad sin poner la mente en ella NO te va a traer resultados. Dar golpes de golf sin pensar lo que estás haciendo no te va a ayudar a mejorar. Si divides tu atención, no conseguirás grandes cambios.
Es decir, si, por ejemplo, simplemente escuchas podcasts en español mientras haces otras actividades, no mejorarás significativamente. Es el darte cuenta de lo que está ocurriendo en tu práctica lo que te va a hacer consciente de los obstáculos, y también de cómo suceden tus mayores beneficios.
Imagínate a un ejecutivo que quiere aprender a boxear, y cada día entrena media hora pegando al saco. Pero para ganar tiempo, siempre hace llamadas con el manos libres a la vez. Después de mucho tiempo habrá conseguido mejorar un poco. Pero si al golpear al saco está atento, se fija en que si empuja más con su pie de atrás pega más fuerte, pero si empuja demasiado pega más flojo, con cada repetición está obteniendo el máximo beneficio.
Y lo mismo ocurre con tu español. Exploramos esta idea en más profundidad en nuestro curso gratuito de 5 días para activar tu español al que te puedes apuntar en nuestro blog, en la sección de recursos.
TENER CURIOSIDAD
K: El siguiente punto es tener curiosidad. Tu práctica no funciona igual que una máquina expendedora, en la que echas una moneda, y al instante obtienes una lata de refresco. Es bastante habitual escuchar a alguien decir “este ejercicio no me ha servido de mucho”. Tienes que darte cuenta de que tu práctica es como tu laboratorio. Es como un experimento. Tienes la oportunidad de observar y descubrir algo inesperado, algo que no puedes predecir. Puedes descubrir la presión que necesitas hacer para poder pronunciar la zeta, o darte cuenta de que hay un grupo de palabras que se construyen de forma similar a las de tu idioma. Ten curiosidad. Date permiso de explorar, y los descubrimientos que hagas abrirán las puertas a cambios reales.
TEN PACIENCIA
M: Otro punto importante de la práctica inteligente es tener paciencia. Si piensas todo el tiempo en si lo estás haciendo bien, lo que realmente sucede es que te estás distrayendo. Es un pensamiento que te distrae, y además es una fuente de frustración. Cuando tu foco de atención pasa de ser “qué estoy explorando” a ser “¿lo estoy haciendo bien?”, en ese momento ya no estás aprendiendo. Ahora estás ejerciendo, estás ejecutando.
Date cuenta de que tu práctica no va a ser perfecta. Es mejor asumirlo y no dejarse desanimar, y así podremos continuar practicando. Recuérdalo, porque este es uno de los secretos fundamentales de la práctica inteligente. Date permiso para fallar, porque los fallos te dirán lo que necesitas aprender. Los fallos no son una prueba de tu éxito o tu fracaso. Son una guía.
ENFOCARSE
K: Y el último e importantísimo punto es… enfocarse. Hace tanto tiempo que he recibido este consejo… Hace muchos, muchos años. Es curioso, porque llevo muchísimos años enfocándome al máximo, enfocándome tanto como soy capaz. Y, aun así, me doy cuenta de que mi mayor error sigue siendo que intento hacer demasiadas cosas. Todavía no me enfoco lo suficiente.
¿Sabes una cosa, encanto? Intentar aprenderlo todo es la manera perfecta de no perfeccionar nada. Pon toda tu atención en una sola cosa que quieras mejorar. Vas a conseguir más si te concentras en mejorar tu pronunciación que si divides tu tiempo para mejorar la pronunciación, el vocabulario, la comprensión auditiva y la escritura. Enfócate solo en una cosa, en tu objetivo principal, y cumple con ello día a día.
La práctica inteligente exige que sepas muy bien qué habilidad específica estás practicando, que tengas una idea clara y bien definida de lo que implica esa habilidad, que le des toda tu atención, y que dejes las otras habilidades a un lado de momento.
M: ¡Bueno, figura! Estas han sido las 4 claves de la práctica inteligente. Las recordamos rápidamente:
1.Atención
2.Tener Curiosidad
3.Tener Paciencia
4.Enfocarse
Si las llevas a cabo, sin duda esto va a tener un serio impacto en tu vida. En todos los aspectos de tu vida. En tu vida personal y en tu vida profesional. Esto te va a diferenciar de tus compañeros y te vas a poner en cabeza de carrera.
K: Pues sí, encanto, estoy segura de que mientras nos estás escuchando, ya has empezado a pensar cómo vas a mejorar tu tiempo de práctica para aprovecharlo al máximo. Y muchas gracias por estar otro día más aquí con nosotros.
Quiero recordarte que tenemos un challenge en marcha. Un desafío en el que puedes ganar una clase por Skype con Mauro y conmigo. Todavía quedan 3 días para participar. Para hacerlo tienes que entrar en nuestro facebook en www.facebook.com/EspanolAutomaticoPodcast. Allí cada día estamos publicando una frase incompleta, y ofrecemos tres soluciones, para que la completes. Si quieres concursar tienes que:
* Dar Like a nuestra página de Facebook
* Escoger la respuesta correcta a la frase
* Etiquetar a dos personas en los comentarios de la frase.
* Y compartir la publicación de la frase en tu muro.
Puedes concursar una vez por cada una de las frases que quedan hasta el jueves. Si participas los tres días que quedan, tendrás más oportunidades de ganar que si solo participas uno. Y, además, aprenderás nuevo vocabulario de una forma más divertida.
M: ¡Pues nada, figura! Te deseo mucha suerte, y nos vemos la semana que viene.
K: Mucha suerte, encanto. ¡Hasta el martes que viene! ¡Ciao!