255 - El príncipe destronado (Miguel Delibes)
M:
Hola, Karo. Oye, ¿te molesto? ¿Puedes hablar?
K:
No, no, puedo hablar unos minutos. ¿Qué tal, Mauro?
M:
Genial. Mira, solo te robaré unos minutos. Tengo una pregunta rápida. Es que he terminado de leer un libro en inglés y ahora me toca leer en español. Me comentaste que estabas terminando una novela que te gusta mucho, ¿cierto?
K:
Sí. Ya la he terminado.
M:
¿Y qué tal?
K:
Muy bien. Me ha encantado. Es de Delibes.
M:
Ah, uno de tus autores favoritos.
K:
¡Así es! Me tiene totalmente fascinada este autor. Este libro, concretamente, se llama “El príncipe destronado”. Y a primera vista es una novela sencilla y accesible. Pero son solo apariencias, porque la novela está cargada de cosas que se intuyen, cosas que se pueden leer entre líneas… porque su protagonista principal es un niño de 3 años. Pero, ¡ojo! No es una novela para niños, ni mucho menos.
M:
¿“El príncipe destronado”? Me suena…
K:
¿La has leído?
M:
No, pero me suena el título. Seguro que, si lo pienso un rato, me acordaré de por qué me suena. Pero, dime por qué te ha parecido tan extraordinaria, y si vale la pena que la lea yo también.
K:
Vale. Pues mira, la principal dificultad consistía en crear una voz narrativa de 3 años que fuera inocente e ingenua, pero que reflejara la realidad complicada de la dictadura de Franco. Y Delibes lo consiguió.
M:
Por supuesto que lo consiguió, porque es un grandísimo escritor. ¡Anda que no sabe escribir, Delibes, ni nada! ¿Sabías que muchos lo consideran un “Goya contemporáneo”?
K:
No.
M:
Sí, porque sabe retratar como nadie la España franquista y provinciana, igual que Goya sabía retratar mejor que nadie la España de aquel entonces.
Oye, ya sé por qué me suena el título. Es que se hizo una película basada en esta novela. Aunque, si no recuerdo mal, le pusieron otro título. “La guerra…”, “la guerra…” algo… “La guerra de papá”, creo.
K:
¡Ajá! Bueno, no sabía que hicieron una película. Pero lo que sí sé es que la novela tardó casi 10 años en publicarse.
M:
Ah, ¿sí? ¿Por qué?
K:
Pues, por la censura. La novela tuvo que esperar hasta los años 70, cuando el franquismo ya entraba en la recta final. España quería vincularse a Europa. Europa estaba floreciendo, económica y socialmente hablando, y España no quería quedarse atrás por más tiempo.
M:
Ya. Pero se me escapa lo de censura. Si acabas de decir que la voz narrativa es de un niño de 3 años, ¿verdad? Entonces, ¿qué pudo haber contado un niño de 3 años para que la censura le diera luz roja a la publicación?
K:
Efectivamente, la historia está narrada en primera persona por un niño de 3 años. No obstante, tras la mirada ingenua e inocente de Quico asoman otros asuntos candentes de la España franquista.
M:
¿Por ejemplo?
K:
La desigualdad de género, la tiranía de un marido y lo que entonces se llamaba comúnmente “nervios” de su mujer. Obviamente, el machismo de la época se ve claramente. Por ejemplo, en lo que le dice el padre al pequeño Quico, ¿no? Le dice: “Quico, la mujer en la cocina” y textos por el estilo. Otras cosas que se leen entre líneas son las típicas dificultades de la posguerra, la represión, el hambre, la pobreza…
M:
¡Jo! ¿Y todo esto lo cuenta un narrador de 3 años? ¡Es increíble todo lo que pillan los niños pequeños!
****
M:
Campeón, el verbo PILLAR es un verbo coloquial que tiene muchos significados, porque puede significar robar, o atrapar a alguien, o sorprender a alguien. Pero en esta frase que acabo de decir significa entender, caer en la cuenta, advertir o percatarse de algo.
****
K:
Sí, aunque muchas veces no se enteran de lo que pasa en el mundo de los adultos. Eso es precisamente lo que le ocurría a Quico. Está asustado por lo que le rodea. Hora tras hora, vive hechos aparentemente minúsculos y banales, pero que para él son unos auténticos seísmos sentimentales, por ejemplo: que si se muere el gato de la vecina, que si moja la cama por la noche, que si sus hermanos le quitan sus juguetes más preciados o los dulces que consigue… Es cierto, que lo que nos cuenta son cosas de niños, pero contadas con una maestría admirable. Leyendo el libro, de verdad sientes que el narrador tiene solo 3 añitos. Es flipante.
M:
Ya, solo un maestro tan grande como Delibes es capaz de crear una voz narrativa de un niño pequeño sin que deje de ser poderosa. ¿Y el título? ¿Por qué el libro se llama “El príncipe destronado”?
K:
Ah, porque el seísmo emocional más grande por el que pasa Quico es el nacimiento de su hermana pequeña. Y el chico se siente desplazado porque la atención de los adultos se concentra en la pequeña.
M:
Ya, eso me imaginaba. Es normal con los niños de esa edad. El niño queda relegado a un segundo plano: cuando ya no es tan pequeño, la madre le presta menos atención. Pero si además aparecen hermanos pequeños, ¡apaga y vámonos! Empiezan los problemas de celos y el niño, destronado, empieza a dar guerra.
****
M:
DAR GUERRA es una expresión coloquial que se usa muchas veces refiriéndose a los niños. DAR GUERRA significa causar molestia, dar problemas y no dejar tranquilo a alguien.
****
K:
Cierto. A esa edad, los niños dan mucha guerra. Aunque Quico todavía no muestra celos. Creo que está en la fase previa, en la que, simplemente, no entiende qué pasa. No entiende por qué mamá ya no le presta atención y se centra en otra criatura que no para de llorar. Y otros adultos de la casa también lo apartan, y Quico está desorientado.
M:
Ya me imagino: un niño de 3 años que no para de dar guerra, y los adultos intentando quitarse al mocoso de encima.
K:
Es cruel, pero es tal cual lo cuentas. ¿Y cómo crees que intentan conseguirlo? ¿Qué métodos usan?
M:
Supongo que pegando gritos e infundiéndole miedo.
K:
Correcto.
M:
¿A que le han amenazado con que vendría el hombre del saco?
K:
¡Jajaja! Sí. Y también con el infierno y los demonios.
M:
Claro, lo típico de la España franquista católica.
*****
K:
El hombre del saco es un personaje del folclore infantil hispánico. Se le suele representar como un hombre que vaga por las calles cuando ya ha anochecido en busca de niños extraviados para llevárselos metidos en un gran saco a un lugar desconocido.
Desde hace muchos años ha sido muy típico en España asustar a los más pequeños de la casa diciéndoles “¡que viene el hombre del saco!”
M:
“¡Pórtate bien, niño, o vendrá el hombre del saco!”
K:
Es muy similar al “coco”, otra figura ficticia de origen ibérico, con cuya presencia se amenaza a los niños que no quieren dormir.
M:
Duérmete niño,
duérmete ya,
que viene el coco
y te comerá.
****
K:
Hmmm… Estas son las grandes amenazas explícitas de la vida de Quico. Pero también hay otras que se sugieren de forma velada, tabúes… Este niño tan pequeño no alcanza a comprender todo lo que se menciona y lo que ocurre a su alrededor. Hay alusiones a temas como el adulterio o el sexo, la guerra de papá, el bando de los buenos y los malos…
M:
Pues eso no debió de gustar nada a la censura.
K:
Nada de nada. Sin embargo, a pesar de todo esto, no hay terror explícito en la novela. Ni angustia abierta, ni política, ni rebelión (como en “Nada” de Carmen Laforet). No. “El príncipe destronado” es una pequeña historia tierna, agradable, bajo la que fluyen… otras corrientes.
M:
¡Ajá! De todas formas, me resulta curioso que Delibes haya optado por un narrador de 3 años. Me parece insólito. ¿A ti no?
K:
Quizás sí. Pero ya he leído por qué Delibes escribió esta historia.
M:
Venga, cuenta, cuenta.
K:
Delibes, en una de sus últimas entrevistas, contó que escribió esta novela como un desafío. Dijo que, en una tertulia de café, en Valladolid, discutía con sus amigos sobre la edad a partir de la cual un ser humano podía convertirse en protagonista. Delibes intentó convencer a sus amigos de que, con tres años, un niño no solo se enfada, ríe y llora, sino que, además, dispone ya de un código expresivo complejo. Y, por tanto, es capaz de expresar todo un abanico de emociones: disfrute, regocijo, contento… y también negativas: disconformidad, protesta, queja…
Sus amigos no le creyeron. Dijeron que “nanay”. Así que hicieron una apuesta. Y, como resultado, hoy podemos disfrutar de esta magnífica novela.
M:
¡Anda ya! ¿Una apuesta? ¡Eso no me lo esperaba! Bueno… pues me alegro de que hicieran esta apuesta. Y… supongo que me recomiendas que lea “El príncipe destronado”.
K:
Supones bien. Me gustó muchísimo. Es un novelón. Además, a pesar de que han pasado 40 años desde su publicación, el príncipe destronado mantiene una vigencia literaria intacta en un mundo actual. Porque, fíjate: quizás no vivamos en un régimen totalitario, pero también cedemos ante imposiciones absurdas de los gobiernos. Eso, por un lado, y por el otro, los niños también sufren el mismo desplazamiento que Quico, aunque por otras razones, ¿no?
M:
Entiendo lo que dices. Los niños de ahora también se sienten desplazados. El factor número uno es el trabajo de los padres, las prisas, el estrés y la dependencia total de las pantallas. Y hablo tanto de la televisión como de los móviles, los ordenadores y, por supuesto, las redes sociales.
K:
Claro, las condiciones externas son otras, pero las internas, las subjetivas son parecidas, ¿no?
M:
En efecto. El trasfondo de abandono, de desplazamiento, de incomprensión del mundo de los adultos es el mismo.
K:
Hmmm… Por ello, medio siglo después, el príncipe destronado está muy vigente. Pero, ¿sabes? El desplazamiento de Quico no es el único de la novela.
M:
Ah, ¿no?
K:
No. En realidad, todos viven un desplazamiento: de todos los hermanos entre sí, de la madre ante un esposo déspota, de las criadas que observan, juzgan y se escaquean de sus obligaciones…
****
M:
Pues… terminamos por hoy. Esperamos que te haya gustado nuestra conversación y que te haya entrado el gusanillo de leer esta fabulosa novela de Delibes. Yo desde luego, la voy a leer enseguida.
K:
Genial, Mauro. Campeón, si te ha gustado este vídeo danos un ME GUSTA.
M:
Y suscríbete a nuestro canal para no perderte ningún nuevo podcast. Si vemos que te interesa este tema, en el futuro haremos más recomendaciones de lecturas.
K:
Como siempre, ha sido un placer inmenso pasar este tiempo contigo. Dinos en los comentarios si has leído alguna de las novelas Delibes. Y, si no es así, dinos si piensas leer alguna.
M:
Te recuerdo que tienes disponible la transcripción y las flashcards que acompañan a este capítulo. Las flashcards no solo reúnen y explican el vocabulario más interesante de nuestros vídeos, sino que tienen el audio incluido, para que puedas mejorar tanto tu vocabulario como tu comprensión auditiva.
K:
Y, ahora, con los podcasts bi-semanales tienes el doble de flashcards por cada capítulo, porque queremos que sigas adquiriendo nuevas palabras y expresiones al mismo ritmo. Para que dejes a los nativos pasmados con tu riqueza de vocabulario.
M:
Todos estos recursos los puedes encontrar en nuestra pestaña de recursos, en el link EspanolAutomatico.com/recursos.
Y… nos despedimos con una frase de Walt Disney:
K:
"Hay más tesoros en los libros que en todo el botín de piratas en La isla del Tesoro".
M:
Sin lugar a dudas.
Pues, nada más. Nos volveremos a ver dentro de dos semanas.
K:
Que pases dos semanas fenomenales. Un beso.