257- ¿La ilusión de fluidez se interpone en tu camino del aprendizaje de español?
K:
Hmm… A mí también, me parece inaudito que se siga enseñando a memorizar pero no a aprender. Por eso hay que seguir de cerca estos avances científicos, para que el tiempo nos rinda al máximo y que aprendamos de verdad… A cuánta gente le pasa lo típico, que llega el día de un examen y van tan tranquilos porque han estudiado mucho. Muchísimo. Se lo saben todo al dedillo. Y, sin embargo, en cuanto les entregan el papel con las preguntas… se congelan. Se quedan en blanco. Todo lo que pensaban que sabían se ha esfumado de su mente. No queda ni rastro. No recuerdan nada. Ni jota. ¿Es el estrés? ¿Es mala suerte porque les tocaron preguntas complicadísimas? No entienden lo que ha pasado porque de verdad ¡han estudiado duro! Tantas horas estudiando y, ahora, nada. ¿Te ha pasado alguna vez, Mauro?
M:
Pues alguna vez, sí.
K:
Ya. A mí también me ha pasado alguna vez. Y lo más probable es que hayamos sido víctimas de la ilusión de fluidez.
M:
¿Ilusión de fluidez? ¿Qué quieres decir con eso?
****
K:
Tesoro, ya sabes que me encanta investigar sobre el proceso de aprendizaje. Tengo el objetivo de optimizar el proceso de aprendizaje, mejorar mi arte de aprender y hacerlo de la manera más eficiente posible. Esta también es la misión de Español Automático, ¿verdad? Ayudarte a optimizar tu aprendizaje de español.
M:
Hoy revisaremos estructuras del subjuntivo con las expresiones de valoración. Y lo haremos mientras hablamos de un libro muy curioso.
K:
Sí, de él he sacado una información muy útil para potenciar el aprendizaje de idiomas y para exprimir al máximo el potencial de nuestra mente.
M:
Tenemos que sacar todo el jugo a cada minuto que dedicamos al aprendizaje usando solo las mejores herramientas y los métodos que funcionan.
K:
He sacado del libro 4 consejos prácticos que puedes aplicar desde ahora mismo en tu aprendizaje de español. Estos descubrimientos no solo son sorprendentes, sino también muy específicos y útiles. Los puedes aplicar aquí y ahora. Y, lo mejor es que se pueden aplicar sin gastar más tiempo y esfuerzo en ello, sin invertir en clases adicionales, en lecciones o en escuelas privadas.
M:
Hay tantas cosas en el proceso de aprendizaje sobre las que no tenemos control: nuestros genes, los profesores, dónde vamos a la escuela, dónde vivimos, nuestro entorno familiar… Tenemos lo que nos trae la vida. Y lo único que podemos controlar es cómo aprendemos.
K:
Ah, recuerda que para ayudarte a comprender el capítulo de hoy, hemos preparado la transcripción y las flashcards con el vocabulario más interesante de este podcast. Los links están debajo, en la descripción. Venga, comenzamos. ¡Al lío!
****
M:
Hola, Karo. He recibido tu WhatsApp. ¿Qué libro tan fascinante es ese que estás leyendo ahora?
K:
¿Qué tal? Veo que no has podido aguantar ni un minuto. ¡jejeje! Está bien. Te lo cuento, porque el libro está genial. Especialmente para personas como nosotros, que nos interesa tanto entender cómo funciona la mente humana, ¿no?
M:
Pues sí, especialmente si se relaciona directamente con el aprendizaje. Cuenta, cuenta… ¿Qué libro has descubierto?
K:
El libro es alucinante. Describe experimentos innovadores y algunas de las últimas hipótesis sobre cómo recordar, olvidar y aprender se relacionan de maneras que no son ni obvias ni intuitivas. También muestra cómo estas relaciones inesperadas se pueden explotar utilizando técnicas de aprendizaje específicas.
M:
Bueno, suena bien, pero yo ya he leído decenas de libros sobre cómo la mente absorbe y retiene la información.
K:
Hmm… Bueno, pero, a diferencia de otros libros, solo presenta las técnicas que han sido contrastadas con estudios científicos; por tanto, especifica lo que realmente funciona y lo que no. Muestra cómo sacar partido a las horas que invertimos en nuestro aprendizaje.
****
M:
Hoy hablamos de cómo sacar el máximo provecho de nuestra mente, de cómo estudiar mejor —y no más duro— para que los minutos invertidos en el aprendizaje nos cundan. Para que puedas seguir nuestra conversación, vamos a explicar primero algo de vocabulario.
K:
Sacar partido significa obtener provecho en un asunto. Algunos sinónimos que utilizaremos a lo largo de nuestra conversación son:
M:
Sacar jugo, exprimir el tiempo, aprovechar, beneficiarse, potenciar el aprendizaje.
K:
Cuando quieres hablar de un progreso al realizar una tarea puedes usar verbos como: progresar, adelantar, avanzar o cundir.
M:
El verbo “cundir” significa dar mucho de sí. Mira, cuando estudias quieres que el tiempo te cunda, es decir que deseas aprender lo máximo posible en el tiempo que dispones. Quieres que el tiempo te cunda. Karo, ¿podrías dar algún ejemplo?
K:
Claro, “hoy, el día me ha cundido mucho. He respondido a todos los emails de los alumnos, he estudiado inglés, francés y búlgaro. Y, además, he leído 4 artículos sobre el bilingüismo”.
M:
Pues sí que te ha cundido el día, ¡jejeje!
****
M:
Pues… esa es la cuestión: cómo sacar partido al tiempo que invertimos en el aprendizaje. Mucha gente dedica no pocas horas para estudiar, pero muchas veces no se queda nada en la cabeza. Además, circulan tantas teorías y opiniones sobre cómo estudiar… No me extraña que la gente no sepa ni por dónde empezar.
K:
Sí, es un verdadero quebradero de cabeza. Es normal que los estudiantes tengan un cacao mental… que ni te cuento.
M:
Ya te digo. Y me parece fatal que la gente opine sobre cómo estudiar sin haber verificado nada. Hablan sin conocimiento de causa. Por eso me gustan los libros que explican métodos que está demostrado que funcionan. Y también me parece inconcebible que se siga enseñando a memorizar y no a aprender de verdad.
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K:
Tesoro, te has dado cuenta, ¿verdad? Ya han aparecido 4 frases de subjuntivo con expresiones de valoración. En los últimos 10 segundos han aparecido ya 4 frases. Y te preguntarás: “¿Cuáles son las expresiones de valoración?”.
M:
Para valorar acciones o situaciones se pueden usar construcciones como:
Ser / parecer + adjetivo
o
Ser / parecer + un/a + sustantivo
(una alegría, un error, una lástima, una pena etc.)
K:
Estas expresiones pueden ir seguidas por el infinitivo o por el subjuntivo.
M:
Se usa el subjuntivo cuando la frase subordinada tiene sujeto gramatical, por ejemplo: me parece lamentable que el sistema educativo nos haya inculcado maneras pasivas de estudiar.
K:
En cambio, se usa el infinitivo cuando se habla en sentido general. Por ejemplo: Es importante estudiar con regularidad.
M:
Muy atento. Vamos a darle caña al subjuntivo. A ver si eres capaz de pillar todas las frases con expresiones de valoración que usemos en este podcast. ¿Listo? ¡Vamos!
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K:
Hmm… A mí también, me parece inaudito que se siga enseñando a memorizar pero no a aprender. Por eso hay que seguir de cerca estos avances científicos, para que el tiempo nos rinda al máximo y que aprendamos de verdad… A cuánta gente le pasa lo típico, que llega el día de un examen y van tan tranquilos porque han estudiado mucho. Muchísimo. Se lo saben todo al dedillo. Y, sin embargo, en cuanto les entregan el papel con las preguntas… se congelan. Se quedan en blanco. Todo lo que pensaban que sabían se ha esfumado de su mente. No queda ni rastro. No recuerdan nada. Ni jota. ¿Es el estrés? ¿Es mala suerte porque les tocaron preguntas complicadísimas? No entienden lo que ha pasado porque de verdad ¡han estudiado duro! Tantas horas estudiando y, ahora, nada. ¿Te ha pasado alguna vez, Mauro?
M:
Pues alguna vez, sí.
K:
Ya. A mí también me ha pasado alguna vez. Y lo más probable es que hayamos sido víctimas de la ilusión de fluidez.
M:
¿Ilusión de fluidez? ¿Qué quieres decir con eso?
K:
La ilusión de que sabes algo muy bien porque mientras lo estudiabas te parecía obvio. Los científicos que investigan el aprendizaje llaman a esto el engaño de la competencia: la suposición errónea de que, si sabemos algo bien en un momento dado, seguiremos sabiéndolo más tarde; o siempre. La ilusión de competencia aparece de forma automática e inconsciente. Y afecta a cualquier materia que intentes aprender: matemáticas, historia, tocar un instrumento, los idiomas…
M:
¡Aja! Entiendo. Cuando dices “ilusión de fluidez” no te refieres a la fluidez en los idiomas, sino a la destreza y facilidad con que manejas una información que has aprendido.
K:
Correcto. La ilusión de fluidez es una trampa en la que caemos sin darnos cuenta. La ilusión de fluidez les roba semanas, meses y años enteros a muchos estudiantes de idiomas, que están desconcertados preguntándose por qué todavía no han llegado al nivel que desean.
M:
O sea, atrapados en la meseta de aprendizaje.
K:
En efecto.
M:
Hmm… La maldita meseta de aprendizaje. Vale, pues explícame qué provoca la ilusión de fluidez y qué se puede hacer… es decir, cómo modificar nuestra manera de aprendizaje para liberarnos de ese espejismo.
K:
Primero, es importante que nos demos cuenta de que el aprendizaje pasivo no trae los resultados esperados.
M:
Claro, claro…
K:
Un ejemplo claro es consumir mucho contenido audiovisual de un tirón. Muchos estudiantes de idiomas ven la televisión, películas o series… A menudo ponen los subtítulos en su lengua materna, y piensan: “Oh, wow, mi nivel de español es excelente, porque he entendido prácticamente todo el capítulo, ¡Qué guay!”
M:
Ya, pero en realidad no están escuchando, están leyendo en su lengua materna, y no saben cuánto pueden entender.
K:
Efectivamente. Se autoengañan. Piensan que entienden muchísimo, pero en realidad su comprensión es muy inferior. Esa es la ilusión de fluidez.
M:
Entiendo. Si uno se deja engañar por la ilusión de la fluidez creerá que domina más de lo que realmente domina. Y luego, cuando intente usar el idioma para comunicarse se preguntará por qué no es capaz de hablar con fluidez. Y cuantos más capítulos vea de un tirón, sin profundizar, sin hacer un aprendizaje activo, más se reafirmará en esa idea errónea de lo mucho que ya sabe.
K:
Sin duda. Ver varios capítulos de un tirón —el “binge-watching”, en inglés— no es lo más efectivo para mejorar el nivel en un idioma. Es un aprendizaje pasivo que da pie a que la ilusión de fluidez se vuelva aún mayor. Y hay más cosas que potencian la ilusión de fluidez.
M:
Supongo que memorizar reglas gramaticales.
K:
Ciertamente. Porque, por muy bien que sepas las reglas, cuando te pones a hablar cometes los mismos errores de siempre.
M:
Ya. Pues, es un engorro que un alumno dedique un montón de horas para memorizar reglas gramaticales, que haga ejercicios de rellenar huecos, etc. y que, luego, durante una conversación, todo ese esfuerzo y horas metidas en el estudio no sirvan para nada.
K:
Sí, y me parece lamentable que el sistema educativo nos haya inculcado maneras pasivas de estudiar. De memorizar y no de aprender.
M:
Otro clásico del aprendizaje pasivo es aumentar progresivamente nuestro vocabulario pasivo, pero nunca dedicarle tiempo para convertirlo en vocabulario activo.
K:
Sí, desde luego. Tienes toda la razón. Oye, una pregunta, Mauro, ¿no me comentaste que alguna vez has hecho algún curso de técnicas de estudio?
M:
Sí, lo hice en secundaria.
K:
¿Y qué trucos te han enseñado para mejorar tu rendimiento en el aprendizaje?
M:
Muchas cosas. Por ejemplo, técnicas de lectura rápida, formas de subrayar textos con diferentes colores, hacer mapas mentales, memorización con imágenes…
K:
Pues, siento decírtelo, pero en este libro demuestran que muchos de estos métodos consiguen el efecto contrario al deseado.
M:
Me alegro, porque hace tiempo que dejé de creer en ellos. Pero, por desgracia, los he estado intentando aplicar durante muchos años, y te aseguro que me han perjudicado bastante.
K:
Muchos de esos métodos potencian la ilusión de fluidez. Subrayar textos con colores, reunir montones de apuntes, estudiar el mismo material una y otra vez sin ninguna pausa, escuchar audios al tuntún, leer libros uno tras otro… Todo esto nos da la falsa sensación de que ya dominamos el material cuando, en realidad, es todo lo contrario. Además, los estudios científicos que se mencionan en el libro desmienten muchas nociones que tenemos sobre el aprendizaje.
M:
¿Por ejemplo?
K:
Que, a pesar de lo que se piensa comúnmente, las interrupciones o soñar despiertos no son en absoluto perjudiciales para nuestro aprendizaje. Que, al contrario de lo que hemos escuchado siempre, estudiar siempre en el mismo lugar es peor que estudiar cada vez en un lugar diferente.
M:
¡Qué interesante! O sea, que has sacado unas cuantas cosas prácticas del libro para optimizar nuestro aprendizaje.
K:
Por supuesto. Como te he dicho antes, he sacado unas 4 estrategias para protegernos contra la ilusión de fluidez. Básicamente, la respuesta para superar este problema radica en estrategias de aprendizaje activo. Y he escogido estas 4 estrategias porque son las más fáciles de aplicar, pero, además, son totalmente gratuitas.
M:
¡Noooo! ¿En serio? Me encanta que descubras libros tan útiles y prácticos. Venga, cuenta, cuenta. ¡Quiero saberlo ya!
****
M:
Pues va ser que no, porque, como hablamos por los codos, tenemos que cortar esta conversación en dos. No te pierdas el siguiente capítulo, dentro de dos semanas, porque Karo me revelará las 4 estrategias prácticas y fáciles de aplicar para vencer la “ilusión de fluidez”.
K:
También revelaré de qué libro se trata, para que puedas leerlo si quieres y profundizar en el tema. Si no quieres perderte el próximo capítulo, apúntate a nuestra newsletter y te avisaremos por email en cuanto publiquemos el nuevo vídeo-podcast. Puedes apuntarte en https://www.espanolautomatico.com/newsletter
M:
¡Por cierto! ¡Las estructuras del subjuntivo con las expresiones de valoración! ¿Las has pillado todas?
K:
Si no es así, vuelve a escuchar el vídeo de hoy para que tu mente absorba y retenga los nuevos conocimientos. Si escuchas este podcast varias veces le cogerás el tranquillo al subjuntivo y ya no dudarás cuando quieras usarlo. Recuerda: la repetición es la clave.
M:
¡Nos volveremos a ver dentro de dos semanas!
K:
¡Hasta la próxima! ¡Un beso!