258 - 4 maneras para vencer la ilusión de fluidez
K:
En el capítulo anterior hablamos de la ilusión de fluidez y lo peligroso que es caer presa de este fenómeno. Básicamente, si te dejas atrapar por la ilusión de fluidez, te quedarás estancado en la meseta de aprendizaje. ¿Hasta cuándo? Hasta que consigas liberarte de la ilusión de fluidez.
M:
Hoy, continuando la conversación del vídeo anterior, Karo compartirá 4 maneras prácticas para superar la ilusión de fluidez y poder llegar a hablar español con naturalidad y sin esfuerzo.
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M:
Entonces, para resumir lo que has dicho, la ilusión de fluidez es un proceso cognitivo mediante el cual nuestra mente, de forma inconsciente, nos hace creer que sabemos algo muy bien, porque mientras lo estudiábamos nos parecía obvio. Es una “trampa por familiaridad”, es decir, creer que conoces la respuesta a algo simplemente porque te resulta familiar. Pero reconocer algo y dominarlo… son dos cosas muy distintas.
K:
Sin duda. Reconocer algo y dominarlo son dos cosas totalmente distintas. Básicamente, el estudiante llega a creer que puede producir activamente estructuras o vocabulario en el idioma que está aprendiendo, solo porque los entiende pasivamente al escucharlos o leerlos. Y, muchas veces, ni siquiera es una comprensión plena, sino que saca una idea vaga e imprecisa de lo que el texto o el audio trata. La ilusión de fluidez le engaña y le induce a pensar: “He entendido más o menos de lo que trata este audio, así que voy bien”.
M:
Entonces, es una fantasía, una ilusión de que sabes algo; pero no lo sabes para nada.
K:
Efectivamente. Y por eso el desconcierto y el desasosiego cuando el alumno se encuentra en una situación real y no se entera ni de lo que dicen los nativos, ni a qué se refieren, ni nada. En momentos así, el velo de la ilusión de fluidez se cae… y la realidad te golpea en la cara con todas sus fuerzas.
M:
Entonces, ¿cómo podemos prevenir la ilusión de fluidez?
K:
La respuesta para superar este problema radica en las estrategias de aprendizaje activas. En vez de tanta afición por las estrategias pasivas, necesitamos apostar por las estrategias activas de aprendizaje. Estrategias de alto impacto, más exigentes, más activas.
M:
¿Como las que incluimos en nuestros cursos?
K:
Exactamente. El juego de preguntas y respuestas, las multihistorias y el activador de fluidez. Y, por supuesto, las estrategias para entrenar el oído de forma activa que incluimos en el curso Entender conversaciones en español.
M:
Entendido. ¿Y me dijiste que el libro que has leído da otros cuatro consejos para solucionar el problema de la ilusión de fluidez?
K:
Sí. El primero es repartir el tiempo de estudio. Mira, nuestra mente se puede comparar con las plantas. Debemos regar nuestra mente con el material que estamos aprendiendo de la misma manera que regamos las plantas. Todo el mundo sabe que, si le pones mucha agua a una planta una sola vez por semana, finalmente va a morir ahogada. ¡Porque le estás dando más de lo que puede absorber! Del mismo modo, en vez de intentar aprenderlo todo de una sentada, se debe dividir el material en partes más pequeñas.
M:
Entonces, en vez de estudiar 3 horas en la misma sesión, es mejor estudiar 3 sesiones de 1 hora. Hoy 1 hora, mañana otra hora y pasado mañana la tercera hora.
K:
Sí, tienes que repartir el tiempo de estudio de un mismo tema en sesiones más pequeñas y en días diferentes. Porque la mente necesita tiempo para que lo que aprende se asiente. Además, es buena idea combinar esto con la repetición espaciada.
M:
Ah, esto me ya lo mencionaste el otro día. Dijiste que lo mejor sería estudiar el mismo tema, por ejemplo, 1 hora hoy, otra hora mañana y la tercera hora una semana después.
K:
Muy bien, veo que te acuerdas. Sí, la tercera hora de estudio estaría bien posponerla unos 7 días.
M:
Y esta manera de separar los días, según los científicos es la más provechosa, ¿no?
K:
Sí.
M:
Pues esto contradice la teoría de 10.000 horas, que dice que hay que practicar un montón de horas todos los días para dominar una materia.
K:
Pues, los experimentos que se mencionan en este libro demuestran lo contrario. No hace falta estudiar duro, hay que estudiar de forma inteligente.
M:
Estudiar de forma inteligente, es decir, dividir el material en sesiones más pequeñas y distribuirlas en el tiempo para beneficiarse de la repetición espaciada.
K:
Correcto. Por eso preparamos las flashcards con el vocabulario de nuestros podcasts. Porque nuestras flashcards usan la tecnología de repetición espaciada y sabemos que eso funciona. Además, incluimos audio y ejemplos… ya sabes…
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K:
Tesoro, la repetición espaciada es la técnica más infalible para profundizar y expandir la memoria que conocen los científicos.
M:
¿Por qué funciona la repetición espaciada? Los datos científicos demuestran que para fijar algo en la memoria es necesario un periodo de consolidación; y eso requiere tiempo.
K:
Para que las redes sinápticas que darán forma a ese nuevo recuerdo se generen, establezcan, se unan a las ya existentes y, en definitiva, tomen asiento en tu cabecita, debe pasar un periodo de tiempo determinado. Entonces, el aprendizaje será sólido y efectivo.
M:
Este principio se puede equiparar a otros procesos fisiológicos que ocurren en nuestro organismo de forma más evidente. Por ejemplo, un músculo cambia porque tras el entrenamiento se hipertrofian las fibras musculares. Y esto no es más que una adaptación al estrés provocado por la actividad física, algo que los adeptos al deporte ya saben. Pero para esa construcción muscular se requiere un tiempo de descanso determinado.
K:
En el ámbito cognitivo, el estrés es provocado por la nueva pieza de información que queremos incorporar a nuestra mente. El organismo, para adaptarse a futuros estímulos similares, trata de cambiar físicamente una sección de nuestro cableado sináptico. Y, para ello, necesita tiempo.
M:
Espaciando tus sesiones de estudio dejas a la naturaleza hacer su trabajo y permites que la memoria se consolide.
K:
Si tu actividad de estudio es pasiva y fácil, el organismo no lo percibe como estrés y, por lo tanto, no necesita adaptarse. No genera nuevas redes sinápticas.
M:
Cuando tu actividad es activa, es un reto y requiere un esfuerzo cognitivo, el organismo se adapta y mejora tu capacidad de retención y memorización.
K:
Y conseguimos mantener viva la memoria espaciando las sesiones de estudio. Es decir, usamos repasos inteligentes llamados “repetición espaciada”.
M:
La repetición espaciada funciona porque se olvida cierta cantidad de información antes de estudiarla de nuevo. Gracias a este olvido parcial el acto de recuperar la información en la siguiente sesión supone cierta dificultad. Y es precisamente esa dificultad la que favorece que la información se consolide en la memoria.
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M:
Ok, pues ya tenemos el primer punto: estudiar por partes permitiendo que la información se asiente es mejor que meter muchas horas de estudio seguidas. Y también has hablado de escoger métodos activos de aprendizaje. Vale. ¿Cuál es el siguiente punto?
K:
La segunda idea que he sacado del libro es que es importante ponerse a prueba.
M:
¿Cómo? ¿Hacer tests?
K:
No solo tests. La idea es intentar recordar lo aprendido, pero sin trampas. Es decir, sin mirar los apuntes. Es normal que si estudias algo una sola vez, digamos… durante media hora, al día siguiente no te acuerdes casi de nada. Pues hacer un esfuerzo durante… 5 minutos intentando recordar todo lo que puedas, sin mirar los apuntes, reforzará muchísimo el aprendizaje.
M:
¡Ajá! Como si quisieras pescar la información de las profundidades de tu mente, ¿entiendo bien la idea?
K:
Sí.
M:
¿Y esto previene que seas víctima de la ilusión de fluidez?
K:
Por supuesto, porque es una práctica muy activa. Muy exigente, pero muy activa y que trae muchos más beneficios. Cuando te pones a prueba, no solo compruebas lo que realmente has aprendido, sino que también refuerzas tu capacidad evocar los conocimientos que se encuentran “dormidos” en tu cerebro.
M:
Una buena manera de ponerse a prueba sería enseñar a otros, ¿cierto?
K:
¡Muy bien! ¡Has dado en el clavo! Cuando tratas de explicar a alguien cualquier tema, estás formando una estructura de pensamiento alrededor de ese conocimiento. Y, como resultado, queda más sedimentado en tu cerebro.
M:
Así que enseñar a otros también es una herramienta de aprendizaje.
K:
¡Por supuesto! Lo que sea que estés aprendiendo en este momento, ve y trata de enseñárselo a alguien más: a un amigo, a tus padres, a tus hermanos… Que no te detenga el hecho de que no dominas el tema al 100%. Enseñar un tema que no dominas por completo también tiene sus ventajas.
M:
Claro, te ayuda a descubrir dónde tienes huecos o… agujeros negros. Y te muestra aquello que creías que sabías pero que, en realidad, no sabes.
K:
Exactamente. La ilusión de fluidez.
M:
Perfecto, entonces lo segundo es ponerse a prueba. ¿Y cuál es la tercera recomendación para vencer la ilusión de fluidez?
K:
Con el tercer consejo no solamente vences la ilusión de fluidez, sino que la dejas K.O.
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K:
Tesoro, ¿te has dado cuenta? Estamos utilizando algunos sinónimos del verbo VENCER. Creo que te interesaría apuntarlos en tu cuaderno desastre para usarlos en tus conversaciones.
M:
En vez de decir “vencer” puedes usar: derrotar, solucionar el problema, dejar K.O. o zanjar el problema.
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M:
¡Jejeje! ¿Y cómo? ¿Cómo puedes dejar K.O. a la ilusión de fluidez?
K:
Haciendo descansos. Echándote una siesta. Durmiendo.
M:
¡Jejejeje! Bueno, de la importancia de los descansos ya hemos hablado algunas veces, ¿no? Pero no todo el mundo tiene un estilo de vida que le permite echarse una siesta.
K:
Cierto, sin embargo, el descanso es fundamental en el proceso de consolidación de los nuevos conocimientos. Mira, estudiar varias horas seguidas o tirarte toda una noche de estudio no es la mejor idea. Lo mejor es que duermas las horas necesarias.
M:
Lo sé, pero cuando estaba en la Universidad, el miedo a los exámenes siempre estaba ahí, acechando, y me he pasado varias noches en vela estudiando. Eso sí, el rendimiento era muy bajo. La información que consigues aprender es muy poca y desaparece en pocos días. A largo plazo, estudiar toda la noche es nefasto.
K:
¡Ajá! Tú lo has dicho. Si quieres echar por tierra tu estudio, la forma más directa es dormir poco y mal.
M:
Sí, es terrible.
K:
Bueno. Pues, por un lado, hay que dormir las horas necesarias. Pero, por otro lado, tenemos las siestas o los cortos descansos regulares, tal como vimos con el método pomodoro. Si haces pequeños descansos con regularidad, ayudas a que el cerebro pueda consolidar lo que estás aprendiendo.
M:
Ok, hacer pequeños descansos con regularidad es un consejo sencillo de aplicar. ¿Y la cuarta sugerencia para derrotar la ilusión de fluidez?
K:
La cuarta sugerencia para no caer en la ilusión de fluidez es lo contrario a lo que siempre nos han contado. Siempre se ha dicho: “estudia siempre en el mismo lugar, no cambies hábitos de aprendizaje”. Pues, en este libro, el autor cita varias pruebas científicas que demuestran que aprendemos mejor cuando abandonamos las rutinas y variamos nuestros entornos de aprendizaje.
M:
¿Estudiar en sitios distintos?
K:
Sí, estudiar el mismo material en entornos diferentes: sentado en tu mesa de trabajo; luego, por segunda vez, en tu salón; y, la siguiente, por ejemplo, yendo con el libro al parque. Se ha demostrado que estos cambios del entorno mejoran la retención.
M:
Oye, me has convencido. Voy a leer ese libro ya.
K:
¡Jejeje! Culo veo, culo quiero. No, estoy de broma. Es estupendo que quieras leerlo. Es fundamental que nos mantengamos al día sobre lo que se va descubriendo en cuanto al aprendizaje. De hecho, sería estupendo que todo el mundo lo leyera.
M:
¿Y cómo se titula el libro?
K:
El autor es Ben Carey y el libro se titula “How we learn”.
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M:
Hasta aquí el programa de hoy. Esperamos que te haya parecido interesante, informativo y que te haya inspirado para introducir los pequeños cambios en tu rutina de aprendizaje.
K:
Repartir el tiempo de estudio en varias sesiones, hacer pausas, dormir bien, ponerte a prueba, apostar por las herramientas activas y no las pasivas, usar flashcards… todos estos consejos sencillos te ayudarán a evitar la ilusión de fluidez.
M:
Las flashcards, tanto a Karo como a mí, nos han ahorrado cientos de horas de estudio. Si alguna vez tienes pensamientos del tipo “se me está olvidando todo”, entonces, te sugerimos que practiques con flashcards.
K:
Sí, gracias a las flashcards tienes menos sensación de olvido, porque lo que más repasas es justo aquello que NO dominas.
M:
Además, completar el mazo de tarjetas que te has propuesto estudiar cada día te deja un buen sabor de boca y una sensación de logro.
K:
Y, lo más importante, es que funcionan, porque utilizan los dos elementos clave del aprendizaje a largo plazo: la repetición espaciada y el recuerdo activo, es decir, el proceso activo de recuperar la información de las profundidades de nuestra mente.
M:
Las flashcards te permiten escapar de la trampa de familiaridad, de la ilusión de fluidez. Con las flashcards, tendrás una pregunta muy concreta a la que tendrás que dar una respuesta concreta en tu cabeza. Por ello, nuestras flashcards te indican claramente aquello que sabes y aquello que no.
K:
Las flashcards también generan intervalos temporales personalizados para ti, adaptados a tus necesidades reales. El programa establece estos intervalos en función de si cada tarjeta la dominas más o menos.
M:
Si no recuerdas una tarjeta, el programa te la mostrará otra vez más pronto. Si respondes bien, el programa dejará pasar más tiempo antes de mostrarte esa tarjeta de nuevo.
K:
En las flashcards que acompañan a nuestros podcasts incluimos también el audio, para que puedas obtener 3 beneficios: enriquecer tu vocabulario, practicar tu comprensión auditiva y tu pronunciación.
M:
Si quieres probar el poder de la repetición espaciada, puedes unirte a nuestra tribu Patreon para descargar las flashcards ahora mismo. El link es EspanolAutomatico.com/patreon
K:
EspanolAutomatico.com/patreon
Y esto ha sido todo por hoy. Nos volveremos a ver dentro de dos semanas.
M:
Hasta pronto.
K:
Un beso.