309 - ¿Bailar es una enfermedad? | Improve Your Spanish Listening Skills
En el año 1518, en una ciudad de Francia, una mujer salió a la calle y se puso a bailar. Bailó sin descanso durante 6 días. Las personas que pasaban por allí no podían evitarlo: se contagiaban y empezaban a bailar sin parar. Fue una auténtica plaga que afectó a más de 400 personas. Muchos bailaron sin parar hasta la muerte. Llegaron a morir hasta 15 personas cada día.
Esta mujer se llamaba Frau Troffea y vivía en Estrasburgo.
Pero no era la primera vez que esto ocurría. El primer brote compulsivo de baile que se conoce sucedió en Alemania, en el año 1021. Y al menos se conocen 10 brotes antes que el de Frau Troffea en 1518. Incluso alguno de estos brotes afectó a varias ciudades.
A esta epidemia se la conoció como “El baile de San Vito”. Y esto nos obliga a hacer un paréntesis y explicar quién fue el tal San Vito.
San Vito fue un niño siciliano del S. IV que se convirtió al cristianismo. Dicen que un hijo del emperador Diocleciano estaba poseído por un demonio, y que San Vito expulsó al demonio. Sin embargo, como no quiso apartarse de su fe, el emperador lo condenó a morir en una caldera de aceite hirviendo.
Entonces, tenemos varias hipótesis respecto al origen del nombre “el baile de San Vito”.
Unos dicen que como los endemoniados tienen espasmos y movimientos involuntarios similares a un baile, se ha asociado el nombre de San Vito con el baile.
Otros dicen que debido a las convulsiones del mártir en la olla, se ha llamado “baile de San Vito” a una enfermedad convulsiva que se conoce como “Corea”.
Y también tenemos una leyenda que dice que mientras todo el mundo esperaba verle morir en la olla, el chaval, el niño, se puso a bailar, contagiando a toda la corte imperial, incluido el emperador.
¿Cómo puede el baile ser contagioso? ¿Cómo es posible que suceda algo así? ¿Y si la próxima vez que te apetezca bailar… no puedes parar?
Se pensó que este “ataque” de baile podía deberse a la ingesta de pan de centeno. La ingesta es la acción de comer. Ingerir algo es comer o beber algo. Y el centeno es un cereal con el que se hace un pan muy oscuro.
Pues resulta que hay un hongo, llamado cornezuelo, que produce alucinaciones. Y este hongo afecta al centeno. Y pensaron que la gente se ponía a bailar por las alucinaciones producidas por este hongo.
Sin embargo, el cornezuelo también provoca gangrena en las piernas. La gangrena es una necrosis, es decir, que los tejidos se mueren porque les falta sangre. Les falta riego sanguíneo. La gangrena la has visto en muchas películas, por ejemplo, en “Bailando con lobos”: Kevin Costner tiene una herida infectada en una pierna que se está pudriendo. Entonces, tienen que cortarle la pierna antes de que la infección se extienda por el cuerpo. Eso es la gangrena.
Bueno, pues volviendo al ataque de baile: si el cornezuelo produce gangrena, la gente no podría bailar durante tantos días.
Lo cierto es que esta teoría del pan de centeno no hay por dónde cogerla; falla por todas partes. ¿Acaso todas esas personas, 400 personas, habían comido pan de centeno? Ahora no comemos mucho pan de centeno, pero en aquella época… podría ser. Pero la cuestión es: si habían comido pan de centeno y tenían alucinaciones, ¿por qué no empezaron a bailar antes? ¿Por qué solo se pusieron a bailar cuando vieron bailar a Frau Troffea en la calle? Dime: ¿no crees que es extraño?
Estos… “bailarines”… no es que bailaran “La Macarena” ni el "Achy Breaky Heart". No hacían coreografías, precisamente. No es que fueran Fred Astaire, ni Nacho Duato, ni Nureyev, ni Joaquín Cortés.
Al contrario: se movían y se retorcían de forma compulsiva, con muy poca gracia. Parecía una especie de locura, o un trance, con visiones y alucinaciones. Y esto nos puede hacer pensar: ¿podría tratarse de algún rito o culto herético? ¿Sería brujería? ¿Estarían poseídos por el demonio?
Y ya que nos metemos en terrenos pantanosos, ya que nos metemos en el fango, hablemos de un siniestro personaje de la época: el famoso alquimista Paracelso, del cual se creía que había convertido el plomo en oro.
Paracelso escribió sobre las danzas patológicas, y también escribió sobre Frau Troffea. Y dice de ella que era una mujer orgullosa y testaruda, y que cuando su marido la molestaba o pedía algo, se ponía a bailar, asegurando que la impulsaba una fuerza sobrenatural. Paracelso dice que el baile constaba de gestos, saltos, gritos, contorsiones y cantos que asustaban al marido y la dejaba en paz. Y que, como esta estrategia siempre funcionaba, empezaron a imitarla otras mujeres, con el mismo éxito. La gente, emocionada, empezó a decir que esos resultados se debían a la intercesión de San Vito. Hasta que un día el santo se enfadó, y acabaron bailando todos a la fuerza.
Esa es la explicación de Paracelso. No sé a ti, pero a mí me parece que Paracelso se ha comido un poco de pan de centeno.
Los testimonios afirman que los bailarines, cuando podían, pedían ayuda, y estaba claro que no deseaban bailar. Esto descarta que se tratase de un culto herético o de un baile voluntario.
Algunos investigadores dicen que se trata de una histeria colectiva que aparece en los pueblos tras largos períodos de hambre, angustia, tensión y desesperación, y que se conoce como trastorno psicogénico masivo. De todas formas, ¿la desesperación por sí sola explica que la gente reaccione bailando compulsivamente? ¿Te convence esta teoría?
John Waller, el autor del libro “Time to dance, time to die” completa esta teoría diciendo que se trata de un estado de trance. Explica que una persona puede entrar en trance cuando se dan dos condiciones:
una, estar sometida a una angustia psicológica extrema…
y dos, creer en que puedes ser poseído por un espíritu.
¿Has visto el documental “Gods of the New Age”? Aparecen muchas personas que viajan a la India movidas por una inquietud espiritual. Y una vez allí, entran en trance colectivo, fruto de las horas sin dormir, el cansancio, el hambre y sobre todo por la autosugestión, o sea, por meterse demasiado en el papel y tener unas ganas locas de vivir una experiencia sobrenatural.
La gente de 1518 en Estrasburgo también reunía ambas condiciones: por un lado, estaban sometidos a hambrunas y enfermedades graves. Y, por otro lado, creían que San Vito poseía a las personas y las obligaba a bailar de forma compulsiva. Por tanto, los más vulnerables, temiendo la maldición de San Vito, aumentaban las probabilidades de entrar en trance.
Pero esta epidemia fue la última. Esta peste se extinguió cuando la región se convirtió al protestantismo y rechazaron todas estas creencias sobrenaturales.
Sin embargo ha quedado la expresión coloquial “Tener el baile de San Vito”. Esta expresión se usa para hablar de una persona que está inquieta, que se mueve constantemente y pone nerviosos a los que están alrededor.
Por ejemplo, cuando estáis comiendo en familia y tu hijo adolescente hace rebotar la rodilla sin parar, como si fuera un muelle, puedes decirle: “¿Tienes el baile de San Vito o qué te pasa?”.
Y esta es la historia de hoy, para entrenar tu “listening” en español, tu comprensión auditiva en español. Dime en los comentarios si tienes alguna expresión parecida en tu idioma materno.
Espero que estés disfrutando de mi podcast. Si es así, te agradecería mucho que me dejaras una reseña en tu plataforma de podcasts favorita. Puede ser un comentario corto o divertido como el que me dejó Didier: "Tu podcast es tan bueno, Karo, que me ha hecho olvidarme de mi cita con el dentista." o el comentario de Natascha: “El último capítulo era tan interesante que me he quedado enganchada y he olvidado que tenía que hacer la cena”. Y el comentario de Fredrik: “Tu podcast es tan bueno que lo he recomendado a todos mis amigos. Es el mejor podcast que he escuchado nunca”. Gracias por todos los comentarios, nos ayudan un montón.
Y colorín, colorado, este podcast se ha acabado. Nos vemos en el siguiente podcast. Y, mientras tanto, aprovecha cada momento, campeón, da lo mejor de ti y haz que tu vida sea extraordinaria.
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